
Andrs Di Tella, cineasta y creador de pelculas como «Montoneros, una historia», «Macedonio Fernndez» o la reciente «Ficcin privada»,
Durante aos, despus de dejar a sus hijos en el colegio, Andrs Di Tella se dispuso a llevar un registro organizado de pensamientos fragmentarios y pequeas vietas de la vida cotidiana: ese ritual sostenido en el tiempo produjo textos que hoy pueden leerse en «Cuadernos», un libro que los rene construyendo una constelacin de imgenes de su formacin como cineasta y algunas vivencias como padre, como hijo o como lector pero tambin como hacedor de cine.
«Algo que pasa a travs del cuaderno no pasa cuando te pons a pensar solamente», reflexiona Di Tella sobre ese ejercicio de escritura que dio origen a este trabajo editado por Entropa en el que tambin hay fotos y dibujos que ayudan a componer un relato de mltiples dimensiones y registros, constituyndose como una invitacin a pensar en la forma que adquieren los recuerdos con el paso del tiempo.
Cineasta y creador de pelculas como «Montoneros, una historia», «Macedonio Fernndez» o la reciente «Ficcin privada», el autor de «Cuadernos» se dispuso a esta charla con Tlam al llegar de un viaje por Chascoms, lugar al que viaj en el marco de una investigacin para su prximo proyecto: «Una historia de La Pampa, no la provincia sino la regin pampeana y todo lo que eso significa simblicamente como identidad nacional, toda la historia contradictoria y muy dramtica que trae».
-Tlam: Cmo fue reencontrarte con estos textos para pensar en una publicacin? Identifics un momento en el que comenzaste a pensarlos como un libro?
-Andrs Di Tella: No hay un origen exacto porque no hubo un proyecto de libro desde el comienzo. Es un libro que se fue escribiendo un poco solo porque iba a llevar a mis hijos al colegio temprano a la maana y despus me iba casi todos los das a un caf con los sucesivos cuadernos que se fueron acumulando. Tengo la costumbre de escribir los planes del da, un recuerdo o algo que alguien me cont. Eso se va acumulando. De ah extraje sin pensar que iba a ser un libro, con el nimo de pasar en limpio. Esos textos se los pas a los editores, Gonzalo Castro y Sebastin Martnez Daniell y fuimos seleccionando. Son de los ltimos 10, 12 aos. Hay un poco de todo. Decidimos sacarle las fechas porque nos pareci que no eran necesarias. Son textos que a veces tenan un destino muy preciso, como ser parte de una carpeta de un proyecto cinematogrfico, textos que quizs lee un comit de evaluacin y nadie ms. O un apunte suelto que escrib sobre un sueo o un recuerdo. De repente algo que publiqu en Facebook. Hay una especie de origen de fechas que las puedo evaluar por la edad de mi hijo Rocco que tena 12 aos y ahora tiene 22.
-T: Tambin puede leerse como la construccin de una memoria familiar. Cmo fue el trabajo de relectura para la publicacin?
-A.D.: Me sorprendieron esos vnculos que se establecen entre recuerdos de un viejo profesor, la biografa de un cineasta que conoc solo por sus pelculas, mi padre, mi madre, mis hijos. Todo eso empieza a conformar una especie de familia que soy yo. Hay un cuento de Borges donde dice que un hombre se propone dibujar el mundo entonces empieza a llenar la hoja en blanco con imgenes de provincias, de ciudades, de habitaciones, de instrumentos, de personas y cuando est por morir mira ese laberinto y ve la imagen de su propia cara. Ac encuentro en mi propia biografa emocional no solo los recuerdos familiares, de mis padres y cosas que he vivido sino tambin escritores con los que he viajado, personas que he conocido y forman parte de mi biografa. Lo convierto en una novela para que el lector pueda poner en juego su propia biografa, que evoque su propia vida.
-T: En tu trabajo como asistente de direccin de Alberto Fischerman ubics esa importancia de las jornadas tomando notas, como si ah apareciera una clara conciencia de la escritura como una tarea impredecible.
-A.D.: S, yo me siento cada maana y no s lo que voy a anotar. Lo que surge puede ser una simple observacin de cmo entra la luz esta maana en este caf o cmo se agitan las copas de los rboles anunciando tormenta. O puedo estar en un viaje y me quedo una hora o dos escribiendo un pedazo de vida, como ese rodaje que hicimos con Alberto Fischnerman sobre Witold Gombrowicz y las personas que conocimos y todo lo que no comprend en ese momento. Con tiempo y al momento de escribir empiezo a procesar y a entender en este caso, por ejemplo, el legado de Alberto que es un director un poco olvidado pero que para m fue mi maestro.
-T: En ese rol de maestros tambin aparece Ricardo Piglia…
-A.D.: S, por supuesto. Ricardo fue ms mi amigo, indudablemente son esos amigos maestros. Creo que uno a veces con la cercana dice «bueno somos amigos» pero a veces con la muerte, con la ausencia, crece esa dimensin de maestro. Todo lo que aprend acerca de cmo se cuenta la vida, que es un poco una de las preguntas que l se haca todo el tiempo en sus novelas y sus diarios en forma ms evidente, es su enseanza. Sus novelas son muy autobiogrficas y est todo el tiempo trabajando historias de la familia, amigos, quizs traducidas con nombres de fantasa, a veces no. Entonces uno se da cuenta de lo que le legaron los dems con el tiempo y en ese sentido escribir de este modo, sin un orden, sentarse sin saber que vas a escribir tambin es una forma de descubrir. Creo que hay algo que pasa a travs del cuaderno que no pasa cuando te pons a pensar solamente. Es una cosa sistemtica porque implica escribir todos los das pero a la vez deliberadamente asistemtica, ya que surge lo que surge. Es como si te dijera el cuaderno es ms inteligente que yo.
«Lo que le da verdad emocional a las novelas de Piglia es su parte autobiogrfica, que muchas veces est disimulada. Lo que le da emocin es la relacin que el narrador tiene con la historia que est contando, es lo que le da sentido a esa historia, sentido emocional»”
-T: La ficcin del yo suele recibir crticas en la literatura pero tambin en el formato audiovisual. Cmo ves esas crticas?
-A.D: Un critico bastante conocido y programador puso en un tuit «dejemos de hacer documentales de familias por 10 aos». Eso est vigente. El documental, tanto en la literatura como en el cine, al hablar en primera persona despierta muchos sentimientos encontrados. Trabajo con la biografa del lector o espectador, para mal o para bien trabajo con sus contradicciones, con la energa a veces muy complicada que despierta lo familiar en cada uno. Me llaman la atencin estas reacciones que se ven todo el tiempo. Me lo vienen diciendo hace aos. Creo que lo autobiogrfico familiar toca un nervio. Nadie se queja de los documentales sobre esquimales.
«Como lector soy un agradecido de las autobiografas que he ledo, de las memorias, de todo esto que se llama literatura del yo. Creo que la literatura en primera persona, como el cine en primera persona, tiene la obligacin de ser incmodo. Si no te incomoda como lectora o como espectadora hay algo que no est haciendo bien»”
-T: Qu lecturas records que te acompaaron en la relectura de ese material ya con una conciencia de que iba a publicarse?
-A.D: No sabra decirte. No puedo leer mi propio libro como si fuera de otro. Pero si pienso en qu tipo de tradicin me gusta, es medio pretencioso pero los «Ensayos» de Montaigne, escritos en 1500, son increbles hablando de literatura del yo. Es decir que tampoco es un invento tan reciente. El mismo Piglia ha sido una influencia muy grande por su obra y por conocerlo y ver cmo trabaja. Tuve la suerte de asistir a todo el proceso de elaboracin de los diarios, como los fue transformando, asignndoselos a un personaje de ficcin, ese alter ego que no es l. Y a la vez todo es verdad, es como una paradoja. Hay muchos, de la experiencia de los hijos de inmigrantes como Hanif Kureishi. Doris Lessing es una escritora que me influy mucho, con su libro «El cuaderno dorado». En este momento hay muchsimos escritores y sobre todo escritoras que estn trabajando gneros parecidos al mo y me siento acompaado. Eugenia Almeida, Mechi Halfon, Mauro Libertella. Hay gente que est haciendo trabajos muy interesantes: la autobiografa con elementos narrativos. No s si me han inspirado pero me siento parte de una misma cosa.
Fuente: https://www.telam.com.ar/notas/202103/547682-andres-di-tella-cuadernos.html