Om Radio Noticias Ángela Lerena: “Hay que liberar el cuerpo de las mujeres” – OmRadio.ar

Ángela Lerena: “Hay que liberar el cuerpo de las mujeres” – OmRadio.ar

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Además de ser la primera mujer en comentar un partido de la Selección, también fue la primera en ser cronista desde el campo de juego.

Además de ser la primera mujer en comentar un partido de la Selección, también fue la primera en ser cronista desde el campo de juego.

La estadística fútbolera dice que el 8 de octubre de 2020 Argentina le ganó 1 a 0 a Ecuador en La Bombonera, dando el primer paso hacia el Mundial Qatar 2022. Pero eso no es más que un número. Lo más importante de aquella noche fue que una mujer comentó el partido por la TV Pública y que lo hizo por primera vez en la historia de la selección nacional de fútbol.

Esa mujer, periodista, madre de tres hijos y voz de las disidencias en un ámbito dominado por la cultura masculina, se llama Ángela Lerena, y reivindica para sí y para el movimiento de mujeres la lucha por romper con “el disciplinamiento de los cuerpos”, ese que no las deja elegir y las aleja, también, de la actividad deportiva.

Es que Ángela supo romperse la nariz a los 20 años jugando a la pelota en el patio de su casa. Y quebrarse un dedo en un recital de punk rock. Y, según confiesa a OmRadio.ar, tener “las rodillas marcadas por cicatrices”. “Todas marcas que me gané viviendo, así que las celebro”, dice con una sonrisa de oreja a oreja.

"Ser mamá es lo mejor que me pasó en la vida porque pude elegir. Y para elegir, necesitamos educación sexual, anticonceptivos y aborto legal. La maternidad debe ser deseada, o no ser",  posteó Ángela en Instagram.

«Ser mamá es lo mejor que me pasó en la vida porque pude elegir. Y para elegir, necesitamos educación sexual, anticonceptivos y aborto legal. La maternidad debe ser deseada, o no ser»,  posteó Ángela en Instagram.

“¿Para qué sirve el cuerpo de las mujeres? ¿Para el deleite sexual y visual de los hombres, para procrear, para ser cuidadoras? ¿O con nuestros cuerpos también podemos jugar, correr, transpirar, abrazarnos con otras y con otros?”, dice sin vacilaciones la periodista que estudió Comunicación Social (UBA) y supo hacerse un lugar en el periodismo deportivo, allí donde se grita mucho pero se suelen evitar las preguntas incómodas.

Después de 25 años en los que condujo el noticiero de TyC Sport, encabezó  programas deportivos con perspectiva de género desde la pantalla de TNT Sport y acompañó a la Selección con la TV Pública, entre tantísimos medios en los que supo construir un perfil propio, Lerena asegura que “el mundo del fútbol” le reconoce “ejercer el periodismo con nobleza, dignidad, rebeldía y respeto”. Y de eso también habla esta nota. 


Ángela y el debut de Mara Gómez

-Este año te convertiste en la primera mujer en comentar un partido de la Selección Argentina de fútbol por televisión ¿Qué te dejó esta primera experiencia como comentarista?

-Me gustó muchísimo hacerlo. Me encanta analizar el fútbol, explicarlo. Estoy buscando un perfil como comentarista que todavía no tengo porque estaba en otro rol, que es el del campo de juego. Creo que estoy encontrando un estilo que me gusta. Me encanta el juego, analizar por qué sucede lo que sucede y no solo describir la jugada. A la vez la Argentina empezó a encontrar un circuito futbolístico y fue muy lindo ir descubriéndolo al aire mientras comentaba.

-La repercución de tu trabajo como comenatarista fue muy grande…

-Sí y no lo esperaba. Recibí mucho cariño, respeto, de comentaristas, relatores, colegas, directores técnicos, jugadoras y jugadores, utileros, preparadores físicos… Mucha gente con la que nunca había hablado pero con la que me cruzo en la cancha. Me reconfortó mucho. Hay un montón de gente que está contenta de que las mujeres ganemos espacio y que el fútbol pueda ser un lugar más plurar. Eso también me pone muy feliz.

-¿Crees hubo sorpresa por tu conocimiento del juego, algo quizás no esperado “de una mujer” en una ámbito predominantemente masculino?

-Yo pertenezco a una forma de hacer periodismo que, independientemente del género, es respetuosa con los protagonistas, que no busca el escándalo para trascender sino el análisis. A mi me preocupa el lado humano de los futbolistas. Me interesa también el lado social del juego, qué piensan los socios, los hinchas, qué quieren, qué necesitan. Me gustan las redes que se tejen alrededor del deporte, de solidaridad, de ayuda. Todo esto marca un perfil, una forma de trabajar en la que coincido con otros hombres y mujeres y disiento con otros. Creo que el mundo del fútbol me reconoce eso: ser una persona que ejerce el periodismo con nobleza, con dignidad, con rebeldía y siempre con respeto.

-¿Cómo te preparaste para este nuevo rol de comentar el juego?

-Hace tiempo que venía esperando dar este paso. Con la cuarenta tuve más trabajo desde mi casa y encontré el tiempo para hacer cursos sobre video análisis y análisis táctico en varios niveles. También leí libros sobre fútbol que tenía pendiente, vi partidos viejos y los analicé, todo con la ayuda de directores técnicos, de profes, de comentaristas. Cuando me llegó la propuesta de la Selección me encontró en un momento de súper estudio y me sentía mucho más preparada.

-En las señales de deportes convivís con programas donde abunda el griterio, la estridencia sobre la información e incluso el análisis ¿Cómo te llevás con eso?

-No me seducen los programas que buscan el impacto, no me seducen como periodista ni como espectadora. Todo lo que sea binario, éxito-fracaso, ganador-perdedor, sirve-no sirve, no es la forma en que yo veo la vida ni el fútbol. Me interesan mucho más los procesos de cómo se llega una victoria que si se ganó o se perdió. El resultado, en todo caso, es la consecuencia de un proceso. Por eso ese tipo de programa no me interesan. Ni siquiera los miro.

Tanto Maradona como Sabella "estuvieron del lado del jugador, del que trabaja, del noble, de la dignidad. Por eso creo que los lloramos tanto".

Tanto Maradona como Sabella «estuvieron del lado del jugador, del que trabaja, del noble, de la dignidad. Por eso creo que los lloramos tanto».

-Juan Cruz Komar, hoy defensor en Talleres de Córdoba, dijo en una entrevista que no la pasaba bien en el vestuario de Boca “porque estaba lleno de gorilas”. Él tenía un perfil diferente y pagaba de alguna forma por eso ¿El ambiente del fútbol repele lo disruptivo?

-Lo disruptivo cuesta. Mueve los cimientos del mundo del fútbol y muchos se ponen nerviosos. A algunos tal vez les duela, los lastimen algunas cosas que decimos y por eso a veces recibimos mucha violencia simbólica. Juan Cruz se arrepintió de esa frase que vos mencionás. No por el contenido sino por haber aportado al impacto, al ruido, y no a la reflexión. Juan Cruz usa su visibilidad como futbolista para plantear debates constructivos y tiene una mirada transformadora. Yo me siento muy identificada con él. Es muy valiente lo que hace.

-¿Ves movimientos, cambios?

-Si bien hay sectores muy conservadores a los que le incomoda muchísimo que digamos que el fútbol es xenófobo, que el fútbol es racista, que es machista, que es exitista, también hay quienes comparten estas ideas y quieren una transformación. Durante la cuarentena tuve invitaciones de clubes para hablar sobre género con dirigentes y jugadores. También di varias charlas para Divisiones Inferiores, donde estaban interesados en hablar sobre la violencia de género, sobre el consentimiento, sobre las relaciones sexuales y afectivas. Hablamos, por ejemplo, de la ley sobre la violencia contra las mujeres. Hay muchos sectores dentro del fútbol que quieren cambiar las cosas.

-¿En el fútbol femenino hay menos ataduras a la hora de asumir una opción sexual o determinada identidad de género?

-Para muchos el fútbol femenino es directamente revulsivo. En el fútbol femenino se vive libremente la sexualidad, se vive con libertad la identidad de cada una. Es un espacio mucho más libre que el masculino. Hay futbolistas varones que ven esto y preguntan cómo se construyó esta especie de “fútbol feliz”, con todas sus dificultades económicas, pero en el que hay un amor y un compañerismo hermoso.     

-El deporte es un espacio lúdico, un negocio y también un espacio de disputa de valores que habilita distintas discusiones en la sociedad ¿Te sorprendieron los twits xenáfobos y misónginos de tres jugadores del plantel de Los Pumas?

-No. Lo que me sorprendió es que lo hayan escrito. Hay sectores que son racistas, que son antisemitas. Lo sé, lo veo, lo sufro a veces. No es algo privativo del rugby pero es cierto que este tiene un componente muy elitista, al menos en los clubes más tradicionales. Yo jugué al hockey en el CASI así que conozco bien esto. Creo que tiene que ver con sentirse parte de un pedacito de la sociedad y creer que el resto está en una jerarquía inferior. El rugby tiene su masculinidad muy vinculada a la fuerza y a la violencia como el fútbol la tiene a la misoginia o a usar a la mujer como un objeto sexual. Todo eso se puede revisar y mejorar. El deporte infunde valores y construye mundos en la cabeza de los chicos y de las chicas. Y eso se puede cambiar.

-El lunes pasado Mara Gómez se convirtió en la primera futbolista trans en jugar en Primera División ¿Es el resultado de esos cambios?

-Estoy muy contenta de ver a Mara jugar y de haberlo podido transmitir en TNT Sport, que apuesta a cubrir el fútbol femenino con perspectiva de género. Me puso feliz ver que una persona que estaba perdida, con una sociedad que la rechazaba, encontró un camino y una felicidad en el fútbol femenino. Hay chicos y chicas trans que atraviesan infancias y adolescencias muy difíciles que hoy “pueden ver a Mara y decir “yo también puedo ser feliz” aunque haya nacido en un cuerpo que no me represente, aunque tenga gustos o un cuerpo que no coinciden con los estereotipos. Ese mensaje es muy importante.

Entrevistando a Maradona, como DT de Gimnasia.

Entrevistando a Maradona, como DT de Gimnasia.

-En el deporte profesional los estereotipos suelen ser muy marcados, subrayados…

-Por eso yo ahora lucho por cambiar los estereotipos que hacen creer que sólo pueden hacer deporte los que son buenos, los que son atléticos o los que tienen dinero. En este sentido también Mara Gómez representa la libertad. Yo le escribí en Instagram: “Si vos sos más libre, todos somos más libres”. Que ella vea reconocida su identidad es un ejemplo fenomenal.

-Estos nuevos lugares para las mujeres, para las disidencias, para lo no binario, ¿hubieran sido posible sin la lucha colectiva del movimiento de mujeres?

-Creo que el contexto de época ayudó mucho. Cuando llegó la campaña “Ni una menos” éramos varias ya en el mundo del deporte. Había un crecimiento por esfuerzo individual de cada una de nosotras pero cuando lo convertimos en fuerza colectiva de la mano del movimiento de mujeres empezaron las transformaciones más profundas. Estamos acá para incluir a deportistas gays, disidencias, mujeres y a todo aquel o aquella que quiera sentirse parte del mundo del deporte. 

-La Cámara de Diputados dio media sanción al proyecto de ley que legaliza el aborto ¿Qué esperás que ocurra en el Senado?

-El aborto tiene mucho que ver con las mujeres en el deporte. El disciplinamiento del cuerpo de las mujeres es lo que muchas veces nos aleja del deporte. Cuando sos chica no te regalan una pelota sino tacitas de té o muñequitas. Lo que están haciendo es alejar tu cuerpo de esa libertad que siente alguien cuando corre detrás de una pelota, transpira, se le pega el flequillo a la cara y se embarra y se cae y se lastima las rodillas ¿Para qué sirve el cuerpo de las mujeres? ¿Para el deleite sexual y visual de los hombres, para procrear, para ser cuidadoras? ¿O con nuestros cuerpos también podemos jugar, correr, transpirar, abrazarnos con otras y con otros? La negación del derecho al aborto es decir que el cuerpo a la mujer no le pertenece, sino que es de la sociedad, que lo usa para reproducirse.

“En el fútbol femenino se vive libremente la sexualidad, se vive con libertad la identidad de cada una. Es un espacio mucho más libre que el masculino»

-¿La discusión de fondo es sobre la libertad, sobre el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos?

-El cuerpo de la mujer es de la mujer. La maternidad tiene que ser deseada. Yo tengo tres hijos, los deseé, los amo y estoy feliz de ser mamá pero entiendo perfectamente que hay mujeres que no quieran serlo o en un momento determinado no lo deseen. Nuestros cuerpos no son incubadoras, no tenemos por qué pagar un precio por sentir placer. Tenemos derecho a tener hijos cuando nosotras querramos. Todo vuelve a lo mismo, a poder liberar nuestros cuerpos de los estereotipos y los mandatos y a hacer con nuestros cuerpos lo que querramos.

-También jugar a la pelota…

-Por supuesto. Es muy curioso que todas las mujeres futbolistas ya grandes, las pioneras, pensaban que eran las únicas nenas que jugaban a la pelota. A mi me pasó lo mismo: creía que solo a mí me gustaba el fútbol. Entonces te sentís rara, que no encajás, que hay algo malo en vos. Esto es lo que tenemos que cambiar. Si te gusta el fútbol, es maravilloso. Y si no te gusta, y encima sos varón, está perfecto también. Lo importante es que cada uno sea lo que quiera ser. Yo tuve que luchar para ser periodista deportiva, para ser futbolera, para ser Ángela. Está buenísimo luchar para desarrollarse en el sentido que cada uno quiera.

-Incluso te rompiste la nariz jugando al fútbol…

-Es verdad… Yo jugaba mucho al fútbol de chica pero no tengo talento, sí pasión y garra. Fui a disputar una pelota, estaba jugando en un patio, choqué con una cabeza y me rompí la nariz feo. Tenía 20 años ya… También tengo un dedo roto en un recital de punk rock y las rodillas marcadas con cicatrices. Son todas marcas que me gané viviendo, así que las celebro.

“Yo tengo tres hijos, los deseé, los amo y estoy feliz de ser mamá pero entiendo perfectamente que hay mujeres que no quieran serlo o en un momento determinado no lo deseen. Nuestros cuerpos no son incubadoras, no tenemos por qué pagar un precio por sentir placer”

-Una vez contaste que te enamoraste del fútbol con los goles de Maradona a los ingleses ¿Ahí nació también tu amor por el periodismo deportivo?

-Fue un poco después, cuando estaba terminando la secundaria y se jugaba el Mundial Italia 90. Pero mi amor por el fútbol se reforzó con México 86. Durante la final estábamos festejando un cumpleaños en familia y recuerdo la alegría de todos, los festejos. El Mundial de Italia 90 lo viví más intensamente, viendo todos los partidos y entendiendo un poco más el juego porque ya tenía 14 años. Pero sí, me enamoré del fútbol con esas dos selecciones.

-Con pocos días de diferencia fallecieron Diego Maradona y Alejandro Sabella, dos símbolos de la Argentina futbolera pero también, de uno u otro modo, relacionados con la disputa por los derechos y los valores que se da desde el fútbol, ¿los pensás así?

-Alejandro era súper perfil bajo, humilde, siempre corriéndose del centro de la escena, al punto que casi no nos dimos cuenta que dirigió a la Selección y la sacó subcampeona mundial. Diego era lo contrario. Era todo flashes, viviendo con jeques en distintos lugares del mundo… Una vez me tocó ir a cubrir a Maradona en Boca yendo a trabajar en un Scania… Eran distintos pero los dos tenían una predilección por los vulnerables, por ser la voz del que no tiene voz. Y eso me pone la piel de gallina. Cuando estás en un lugar tan alto te podés codear solo con gente que tiene todo como vos y ellos siempre eligieron estar del lado del que no tiene nada. Estuvieron del lado del jugador, del que trabaja, del noble, de la dignidad. Por eso creo que los lloramos tanto.

Fuente: https://www.telam.com.ar/notas/202012/538224-ngela-lerena-hay-que-liberar-el-cuerpo-de-las-mujeres.html

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