
Las heridas abiertas por las guerras y la violencia an no han cicatrizado.
Militares y cementerios de Erbil a Qaraqosh
La ruta que une a las ciudades de Erbil y Qaraqosh condensa a lo largo de sus 60 kilmetros un paisaje que desnuda las secuelas de las guerras y violencia extremista que ha azotado al Kurdistn iraqu y al noroeste de Irak. Con militares apostados cada 500 metros, muchos de ellos con lanzamisiles y tantos otros con fusiles Kalashnikov, y decenas de camionetas blindadas con ametralladoras durante todo el trayecto, se hace difcil hablar de la guerra en tiempo pasado. Algunas zonas, como la colina previa al cruce del Ro Gran Zab, agrega un elemento desolador: un cementerio improvisado que se extiende por metros y metros en las laderas. No es el nico que materializa lo que el Papa ha llamado el «ecumenismo de sangre»: el extremismo no divida entre catlicos y otras ramas del cristianismo a la hora de esparcir su violencia sobre los que consideraba infieles.
Las decenas de casas vacas a la vera de la ruta tambin dejan claro que las heridas abiertas por las guerras y la violencia an no han cicatrizado. Lo mismo sucede cuando aparece un campo de refugiados, dentro del que varios nios se asoman a saludar al pool de prensa en el que viaja el enviado de Tlam que acompaa al Papa en la gira. La improvisada localidad ocupa metros y metros de tiendas blancas rodeadas por un alambrado perimetral.

La ruta que une Erbil con Qaraqosh revelna un paisaje que desnuda las secuelas de las guerras y violencia extremista.
El Papa en la ciudad que «deba ser la Dubai de Irak»
Uno de los lugares elegido hoy por Francisco fue Erbil, la capital del denominado Kurdistn iraqu. Con un producto per cpita ms alto que el del resto del pas, de mayora rabe, el Kurdistn muestra signos de un desarrollo econmico que contrastan con el de otras reas, especialmente las zonas golpeadas por la invasin estadounidense de 2003, como Bagdad, o luego por la milicia Estado Islmico (EI) entre 2014 y 2017, como Mosul y Qaraqosh.
Capital kurda desde 1970, Erbil conjuga una mezcla de reas verdes con un espectacular centro histrico emplazado en una pequea colina central. La ciudad, «que deba convertirse en la Dubai de Irak», segn el Vaticano, se convirti, sin embargo, en un cono de la acogida y apertura a refugiados.

Un grupo de kurdos espera al Papa.
Las autoridades sostienen que el dinero que iban a destinar para modernizar an ms la ciudad, fue derivado en parte para contener y acoger a casi medio milln de refugiados de la vecina Siria, en guerra hace 10 aos, al tiempo adems de los miles de cristianos iraques perseguidos por el EI en los ltimos aos.
Ya en las cercanas del aeropuerto, las estaciones de Kurdistn Petroleum, la petrolera local que nutre de divisas al Gobierno autnomo, refuerzan un paralelismo que parece haber sido truncado por la seguidilla de guerras y extremismo.
Al sobrevolar la ciudad, queda en evidencia el contraste entre una incipiente burbuja inmobiliaria, con decenas de edificios altos a medio terminar, a metros de enormes extensiones de pradera en las que las ovejas pastan a orillas de la ruta.
De todos modos, como apunt el joven investigador espaol colaborador de la universidad local Manuel Deheza en dilogo con Tlam: «Erbil aflora como una ciudad con ms apertura y grandes signos de convivencia y cosmopolitismo. La infraestructura de algunas de las facultades de la ciudad son de alto nivel, como en odontologa».
En un tono similar, el italiano Mario Delverne destac la «enorme diferencia en lo que hace la integracin» entre culturas y religiones que se ve en Erbil respecto de otras ciudades de Irak. Colaborador de la Universidad catlica local, Delverne destac, adems, que la capital kurda «ha mejorado mucho en los ltimos dos aos».
Fuente: https://www.telam.com.ar/notas/202103/546643-apostillas-del-tercer-dia-del-papa-en-irak.html