En simultáneo, un colectivo de músicos autoconvocados y más de medio centenar de asociaciones vinculadas al sector difundieron dos petitorios con propuestas para distintas entidades, como el Ministerio de Cultura de la Nación, el Enacom o Sadaic, a modo de paliativos para la crisis de la industria del entretenimiento desde el inicio de las restricciones por la pandemia del coronavirus Covid-19.
“No poder trabajar es una tragedia. Pero atravesar esta tragedia sin la conciencia solidaria que nos acompañe solo suma tristeza a la injusticia en soledad”, explican los integrantes de Músicxs Argentinxs, un colectivo que incluye entre sus centenares de firmantes a nombres como los de Germán Daffunchio, Javier Calamaro y Sofía Viola, indicando que “hay miles” de artistas “padeciendo situaciones de no poder afrontar un alquiler o su propia alimentación”.
Entre sus propuestas, se incluyen armar un “mapa territorial” con el Inamu y otros organismos provinciales y municipales para “colaborar en la identificación de lxs músicxs que atraviesan situaciones de mayor precariedad”, el estímulo a la difusión de música argentina, y un pedido a Cultura de la Nación para crear “una línea de acción que garantice la valoración y difusión de los contenidos artísticos emanados del quehacer musical y poético-musical”.
En tanto, un listado de más de 60 asociaciones -encabezado por la Federación Argentina de Músicos Independientes (FA-MI)- remarca en un petitorio que “la emergencia del sector es preocupante, sobre todo porque no se vislumbra la resolución de la cuarentena y la crisis sanitaria”, por lo que exigen “medidas extraordinarias para paliar la difícil situación por la paralización de la actividad a instituciones, organismos y sociedades de gestión colectiva del sector”.
En el texto se exhorta a Cultura a crear una “partida extraordinaria” que refuerce las convocatorias al “fomento solidario” del Inamu, mientras que se le reclama al Enacom que asegure el cumplimiento del artículo vigente de la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que obliga a las radios y los canales de televisión a reservar una “cuota de difusión” para obras musicales nacionales e independientes. Por último, la carta solicita también que se adelanten “liquidaciones extraordinarias” de $ 5.000 en Sadaic, Aadi y Capif para los autores, intérpretes y productores fonográficas que hayan tenido activas sus cuentas en los últimos tres años.
Aunque directos, estos petitorios distan de ser las primeras señales de alerta de la industria de la música por la crisis desatada por la cuarentena obligatoria. La cámara que nuclea a los managers, Acmma, había difundido el fin de semana un video en el que se estimaba en 500 mil la cantidad de empleos directos o indirectos afectados, mientras que la Asociación Argentina de Agentes de Prensa del Arte y la Cultura (una de las decenas de actividades vinculadas al sector) se declaró en “estado de emergencia” a principios de abril.
En las últimas semanas, distintos sectores estatales buscaron empezar a dar respuestas: el Inamu (junto a Sadaic, la UMI y distintas asociaciones) solicitó a los medios de comunicación que difundan música argentina para luego lanzar la convocatoria al “fomento solidario”, mientras que Cultura de la Nación difundió un listado con “medidas para el sector”. A juzgar por las solicitudes de artistas y trabajadores de los últimos días, las propuestas siguen siendo insuficientes.