
El tapaboca, un elemento fundamental a la hora de prepararse para ir a la escuela.

El abrazo de la despedida, despus de un ao de aprender desde casa.

El regreso de un ritual: el estreno del delantal blanco.

En viaje al cole, con los sueos y las angustias en la mirada.
Uma (8 aos), Rene (6) y Petra (4) Cortes Vies son tres nias mexicanas que llegaron al pas junto a su madre argentina en febrero de 2020 y apenas tuvieron 10 das de clases en la Escuela Normal Nmero 1 «Mary O. Graham», de La Plata, desde que la pandemia interrumpi sus sueos de adaptarse al colegio, hacerse amiguitos y correr por el patio; por eso la mayor de las pequeas no duda al asegurar: «Quiero aprender en la escuela con la maestra».
El 2020 no fue un ao fcil para nadie pero Virginia Vies, madre de las pequeas, explic a Tlam que «de alguna manera la cuarentena nos sirvi a las cuatro para bajar varios cambios tras el cambio de pas».
La mujer alquil un departamento en su barrio natal El Mondongo, frente a la casa de sus padres, a quienes no poda visitar debido a sus edades. Es cocinera pero su proyecto de dedicarse a la cocina de eventos se vio interrumpido por el aislamiento, lo que no la desanim y tras varios meses de confeccionar ropa de nios pudo lanzar su propia marca de indumentaria: «Antes que cante el gallo».
«El gallo siempre anuncia cosas buenas», enfatiz Virginia.
El ao escolar de las pequeas durante el ao pasado gener fluctuaciones en sus nimos.

Barbijos y distancia en el transporte pblico, rumbo a la escuela.

Tapabocas para los chicos, mscaras y tapabocas para los docentes.

Este ao. los lpices y la merienda no se pueden compartir con los compaeros.

Adems de la cartuchera Rene puso en su mochila el infaltable alcohol en gel.
«Me preguntaban por qu el bicho era tan malo», cont; y agreg que «haba miedo a lo desconocido de ponerse frente a una pantalla, pero las seos fueron muy amorosas y respetaron sus tiempos. Las maestras se han conectado hasta a las 21 horas para dar clases!»
Luego se amigaron con la virtualidad, que en principio mantenan a travs de un nico celular porque la familia an no tena computadora.
«Las clases de teatro eran muy divertidas, terminbamos moviendo todos los muebles de la casa para actuar», record risuea Uma.
Tras las vacaciones de invierno lleg el desgano a seguir sentndose frente a la pantalla. «Y yo solt -dijo Virginia-, ya no exig. Y ahora en febrero estuvieron recuperando contenidos. Y por la salud mental de todas empezamos a salir a dar una vuelta por el Bosque, eso ayud a descargar energas que canalizaban con la bronca».
El fin de semana fue pura ansiedad. Uma y Ren empezaban esta semana; Petra recin la semana prxima, pero la ms chiquita tambin vivenci, con un poquito de celos, los preparativos para ir al cole de sus hermanas.
«No me gusta que no podremos prestar los lpices o compartir galletitas o dulcecitos con los compaeros»”
UMA
«En mi mochila ya puse mis lpices, mi sacapuntas, mi tijera, mi goma de borrar, un cuaderno de comunicaciones y alcohol en gel» enumer Ren.
Uma, a su lado, dijo con seriedad: «Tenemos que llevar tapabocas. Eso me parece bien pero no me gusta que no podremos prestar los lpices o compartir galletitas o dulcecitos con los compaeros», en alusin al protocolo escolar que prohbe compartir elementos para reducir la posibilidad de transmisin del coronavirus.
Virginia sonri y reconoci que «esa parte del protocolo no le gusta a ninguna, y es que uno siempre les ensea a compartir y de pronto tens que cambiarles el chip y decirles que no deben prestar nada ni compartir nada. Lo ven muy raro».
«Yo me puse mi mejor ropa», se ufan Uma, y a su lado Ren acot «yo tambin», mientras sus guardapolvos dejaban ver coloridas remeras. Llegaron al colegio en transporte pblico. «Al bajar nos pusimos alcohol en las manos», aclar Uma.
«A mi me encantan las matemticas» dijo ya a travs del tapabocas mientras su mirada buscaba a compaeritos que reconoca del Zoom y asegur: «Yo quiero aprender en la escuela con la maestra, estoy muy contenta de volver al colegio, un colegio tan grande como el Normal 1».
Antes de ingresar Uma reflexion, o so en voz alta: «Yo creo que un mes esto va a cambiar y vamos a volver a la normalidad».

Merienda individual, botellita de agua, tapabocas y sanitizantes, los nuevos compaeros de clase.

El entusiasmo renovado de armar la mochila.

Los lpices bien marcados para no confundirlos con los de los dems.

Vuelta a casa, para contarle a mam todas las novedades.
Reportera grfico: Eva Cabrera
Corresponsal: Diana Lpez Gijsberts