Mermelada de Morcilla trae un himno para los abandonados por mensaje

Mermelada de Morcilla acaba de publicar su nuevo sencillo, titulado “No me dejes x whatsapp”. Presentada como una imagen habitual de esta época, la canción nos cuenta cómo los vínculos amorosos pueden ser tan efímeros como los mensajitos de texto. ¿A quien no lo han dejado por una red social alguna vez?.

Mermelada de Morcilla. Foto: Tina Vignolo

“A Carlos, lo dejé por whatsapp… antes de irme del festejo de sus 40, cuando me quiso pedir el tiempo, le dije: tomate todo el tiempo que necesites, pero ¡no me busques más!” – dice Samy, amiga de Merme, que con ese audio maravilloso que se escucha después del primer estribillo, nos explica cómo poner punto final a un amor gastado, con tan solo algunos caracteres, un celular con crédito y un botón de “Enviar”.

Explorando sonidos indie-pop y con una instrumentación que nos remite a las baladas de los años ‘50, Merme grabó todos los instrumentos en su home-studio y luego mezcló y masterizó enteramente por su cuenta.

Si bien la canción cuenta con un audio de tu amiga Samy, quien dejó a su pareja Carlos mediante el celular ¿en qué te inspiraste concretamente para este tema? ¿hay alguna experiencia personal detrás de esto?

Está canción nació una madrugada de junio cuando me llega un mensaje por Instagram de mi amiga Cande Torres, que decía: “Holiiii, super random esto, pero hoy se me ocurrió que deberías hacer un tema que tenga la frase -no me dejes por WhatsApp- Jajaja, pensé esa frase y me imaginé un tema tuyo.” Diez minutos después, le mandé un audio con un primer boceto de la canción, fue instantáneo. Justo estaba en casa tocando la guitarra y venía de atravesar una ruptura reciente que casualmente se dio por whatsapp; esta canción tenía que nacer en ese momento. Pero este no fue el único disparador; durante toda la cuarentena venía charlando con amigxs esto de los vínculos virtuales, de cómo nos relacionamos a través del celu y cómo la hiper-conectividad nos acerca de otra manera a los demás. Todo se centra en lo inmediato, lo descartable y lo efímero. Tanto, que nos permitimos terminar relaciones de años, meses o simplemente semanas a través de un simple mensajito. La canción se presenta con humor y simpleza pero buscamos que en una segunda lectura nos encontremos en una problemática que nos atraviesa a todxs. Unos días después del lanzamiento, nos empezaron a llegar mensajes de nuestros seguidores: “uh!, a mi me re dejaron por whatsapp”, “yo dejé a mi ex por whatsapp”. Nos llegaron testimonios culposos de gente que reconoce cierta crueldad escondida en la virtualidad de los mensajes. A otrxs les sirvió dejar por mensaje para evitar cruzarse con un ex medio tóxico y también mucha gente se siente dolida por haber sido dejada de esta manera. Parece que tocamos un tema sensible y que nos atraviesa de diferentes maneras, veremos si con el tiempo podemos balancear esta dinámica con un poco de delicadeza.

¿Cómo fue el proceso de grabación del mismo? Para el cual estuviste íntegramente involucrado, te hiciste cargo de todo.

La grabación la hice en la cochera de la casa de mi vieja, donde tengo mi modesto home-studio en el cual también grabamos el primer disco de Merme, “Los Domingos”. El primer paso fue armar la estructura; como es una canción bastante simple y tiene esa vibra similar a las baladas de los ‘50, usé la típica fórmula: estrofa- estribillo- solito y un estribillo doble para cerrar. Los Beatles hicieron eso en sus primeros 3 discos y les fue bastante bien,ahre (risas). Empecé grabando las guitarras base, luego grabé la batería, después el bajo y al final de esa jornada estuve un rato luchando contra mis limitaciones como guitarrista y grabé el solito después de 9 o 10 tomas fallidas. Por último, metí unas voces de referencia y me fui a casa. Unas semanas después, empecé a mezclar los tracks, grabé las voces definitivas, los coros y le agregamos el audio de mi amiga Samy, que era el toque mágico que le faltaba a la canción para darle realismo. Es la primera vez que me animo a mezclar y masterizar una grabación mía, por lo general son tareas que las delegamos en gente muy profesional con la que solemos trabajar; pero dado el contexto pandémico y que tampoco había mucha guita para pagarlo, investigué un par de tutoriales de youtube, le pedí tips a amigos que saben más del tema y bueno, ahí tienen, la primera canción hecha de pe a pa por nosotros.

Tu último trabajo de estudio fue “Buen Mozo” lanzado en 2018. Ahora, “No me dejes por Whatsapp” antecede a tu próximo disco ¿Qué podés adelantarnos? ¿Con qué vamos a encontrarnos?

“No Me Dejes x Whatsapp” es el segundo single de estudio que lanzamos post Buen Mozo, el anterior single fue “Granola y Gatorade” lanzado en 2019. La idea es presentar dos discos durante 2021, uno de temas que venimos tocando en los shows en vivo que gustan mucho, pero que nunca tuvieron oportunidad de ser grabados por X motivo, y otro de temas nuevos compuestos durante estos meses de aislamiento. Los temas que estoy componiendo este año mantienen la esencia de lo que venimos haciendo, pero a la vez, incorporan matices que nunca había explorado antes, otras armonías, instrumentaciones nuevas, etc. Estamos estirando nuestro límites, explorando algunos temas más bajoneros, otros en plan más rockero e inclusive algunos en plan bolero. Merme puede mutar, nos permitimos esa libertad y amplitud, pero siempre tratando de conservar nuestra esencia, o por lo menos creer en lo que estamos diciendo con nuestras letras y músicas. Nos entusiasma mucho lo que se viene por delante; uno de los dos discos está por entrar a fase de mezcla y el otro será grabado pronto, ampliaremos.

Si bien Mermelada de Morcilla no cuenta con un formato exacto, a veces realizás presentaciones en banda y otras solo ¿qué planes o proyectos tenés en mente para la presentación de tu próximo álbum?

Ya desde marzo de 2018, cuando presentamos nuestro segundo disco “Buen Mozo” en La Tangente, empezamos a explorar formatos distintos a los habituales para los shows en vivo. Merme tiene la ventaja de que al tener múltiples formatos como cuarteto rock bien power o simplemente formato solista con guitarra acústica y voz, se puede amoldar a los escenarios más variados. La búsqueda siempre está centrada en potenciar y maximizar lo que decimos en las canciones, ya sea dándole un burbujero a alguien del público para que sople mientras canto una canción que habla de la fragilidad, o bien explorando otras facetas por fuera de las musicales, haciendo pequeñas performances o actuaciones entre medio de las canciones. Buscamos que la gente sea parte del espectáculo, romper con la barrera que hay entre el público y nosotros; salimos a caminar entre la gente, les damos algún elemento para que participen, les cantamos cerquita y vamos construyendo el show en conjunto. El objetivo es que cuando vengas a ver a Merme en vivo, no vengas solo a escuchar unas canciones, sino que siempre te encuentres algo más. Por suerte, siempre gusta mucho y es muy gratificante ver las reacciones en el público. En relación a una futura presentación sin dudas vamos a seguir en este plan, el de seguir innovando y explorando nuevos formatos interactivos.

¿Qué es lo que más extrañas de las presentaciones en vivo?

El 27 de diciembre de 2019 cerramos el año presentando nuestro nuevo espectáculo “Desequilibrio” en Ciudad Cultural Konex. Fue un show único, en el cual combinamos lo mejor de todos nuestros formatos, mezclando lo íntimo y vivencial del modo solista con la potencia del formato banda; mechando con actuaciones y performances para que el público interactúe y así generar más profundidad en lo que queremos decir con nuestra música y letras. Este año teníamos planes de presentar este espectáculo en varios escenarios por todo el país y volver en el último trimestre para hacer varios shows por Capital y GBA, en escenarios que ya hemos visitado anteriormente, como Konex, La Tangente, Centro Cultural Recoleta. Lo que más se extraña es la interacción con la gente; cruzarse y conocer nuevas personas como también lugares, estos últimos años se dieron experiencias muy intensas entre Merme y el público.