Murió Pelo Aprile, una leyenda de la industria discográfica argentina

Las historias que se cuentan sobre Pelo Aprile -que murió el jueves a los 70 años- suelen terminar con una sonrisa, a veces franca, otras más socarrona. Es que su figura atravesó casi cinco décadas de la industria discográfica en la Argentina, lo que implica éxitos monumentales y fracasos estrepitosos, músicos que lo amaban y otros que lo detestaban, maniobras brillantes y otras dudosas… Lo que nunca nadie dejó de reconocerle al ejecutivo -que fue fundador de Interdisc y Pelo Music, y presidente de Polygram y Universal- fue su capacidad para encontrar artistas que rindieran en las cajas registradoras y en el prestigio a largo plazo.

En el caso de Rubén «Pelo» Aprile, fue la música su vida y su elemento. Comenzó como disc jockey cuando despuntaba a la adolescencia, siguió como disquero con un puesto de feria frente a la sede de Racing -en su Avellaneda natal-, y a fines de 1973 debutó como «ejecutivo» con el lanzamiento de un compilado de título grandilocuente: Exclusively for Disc Jockey – Selections by Pelo. Había sido pensado como un negocito rápido, se convirtió en el compilado más vendido de la historia en la Argentina.

En 1977, junto a su esposa Irupé, fundó Interdisc, desde donde publicó discos de Luis Alberto Spinetta (Kamikaze fue el primero de rock argentino que publicó el sello), Charly García, Los Abuelos de la Nada, Andrés Calamaro, Los Fabulosos Cadillacs, Pedro Aznar, Los Twist, Fricción y GIT, entre otros artistas. Desde la independencia, competía mano a mano con los sellos multinacionales, y había conseguido la representación de Motown, Stiff, Budah y Warner.

Cuando el negocio ya no funcionó, Pelo Aprile quedó al borde de la quiebra, pero en los 90 pasó por EMI (como gerente de marketing) y luego llegó a Polygram. En ese sello convenció a La Renga de integrar la nómina, pese a que el trío quería mantenerse independiente, y acercó a Viejas Locas, Mercedes Sosa y hasta el propio Spinetta, que había jurado no volver a sentarse a arreglar un contrato con él. Y «cumplió» con su palabra: el Flaco estampó su firma estando de pie.

Tras la crisis de la industria en 2001, Pelo Aprile estuvo en Miami como presidente de la regional de Universal (que había comprado a Polygram) y a su regreso fundó un sello «boutique»: Pelo Music. Al principio reeditó los primeros discos de tangos de Melingo, luego Vivo acá de Divididos, y finalmente volvió a lo que más lo identificaba: encontrar artistas nuevos con potencial para el éxito. Así fue que firmó a Miranda! para potenciar «la guitarra de Lolo» y a Callejeros, a quienes hizo crecer desmesuradamente hasta Cromañón. En los últimos años, ese oído único dentro de la industria lo llevó a trabajar con Marilina Bertoldi.

Fuente: OmRadio.ar.com.ar