De los discursos, rescato especialmente el de Silvina García Larraburu, que denominó su voto como deconstruido y que vota positivo al proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo, cuando hace dos años había votado en contra. Ella era una considerada indecisa hasta hace días atrás y fundamentó de manera brillante.
La senadora María Eugenia Catalfamo, de San Luis, expresó que, del total de senadoras, sólo cuatro eran menores de 40 años. Considerando la edad como un indicador de conservadurismo.
Fuera del palco donde estuvimos integrantes de la Campaña nos encontramos con el ministro de Salud, Ginés Gonzáles García, que se fotografió generosamente con todas las presentes.
A medida que transcurrían las horas, las proyecciones propias de la Campaña e incluso de la Nación comenzaron a señalar la tendencia favorable a la legalización del aborto.
El senador Oscar Parrilli hizo una observación en relación a qué la mayoría de senadoras votaban a favor mientras que la mayoría de senadores varones votaban en contra.
Pasada la medianoche, comenzó a sentirse un clima de logro para el proyecto y de alivio para la militancia de la marea verde.
La senadora Gladys González conmovió con su discurso, lo mismo que radical Martín Lousteau rindiendo homenaje a Florentina Gómez Miranda, que fue una gran militante por el derecho al aborto.
Y, mientras mediamos la proyección ganadora, en la calle las activistas de la campaña subían la presión con tambores y cánticos que llegaban a todos los rincones. Una vuelta por la calle y volver al recinto ofrecía su discurso lamentable la senadora Silvia Elías de Pérez pretendiendo volver al pasado. No habla de las mujeres ni de su decisión sino del embrión y del feto, como si la mujer debería estar dispuesta y tener condiciones para parir y maternar dignamente.
De la calle al recinto hay siglos de distancia con esta mujer que no pudo tomar conciencia de los derechos propios y aspira imponer sus creencias a la pluralidad que habita en nuestra sociedad. Los dogmas pueden guiar las acciones personales pero no las políticas de Estado.
Estamos discutiendo de la libertad, la igualdad y la autonomía de las mujeres. Las mujeres ya decidimos y sabemos lo q queremos.
Es importante que sea legal porque el dinero permite el aborto seguro aun en la clandestinidad. Sin dinero corren serios riesgos.
El aborto sucede y todes lo sabemos; el Estado protege a las más vulnerables con la legalización. El Estado como garante de la solidaridad, de la justicia social.
Estamos a punto de reparar una deuda histórica con las mujeres argentinas y la emoción se percibe en el brillo de los ojos, en las miradas cómplices con sororidad y esperanza en la votación. Ya se siente que el aborto legal será real.
Ya son las 3. 20 de la mañana del 30 de diciembre del 2020. El Presidente cumple con su promesa y el movimiento ha despertado esa voluntad política. Esa alianza de sociedad civil y Estado, más la estrategia transversal que impulsó la Campaña son las claves del éxito en este largo camino hacia la libertad. No más cinismo ni hipocresía, educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir.
¡¡¡Es ley!!!…Emoción y locura total. 38 a 29 ganamos.
Por Marta Alanis, fundadora de la organización Católicas por el Derecho a Decidir y una de las voces centrales de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
Fuente: https://www.telam.com.ar/notas/202012/540065-no-mas-cinismo-ni-hipocresia.html