A UN AÑO DEL CRIMEN DE LUCAS GONZÁLEZ, SU PAPÁ VISITÓ LA TUMBA POR PRIMERA VEZ

Lucas fue baleado por efectivos de una brigada de la Polica de la Ciudad cuando iba en un auto con tres amigos por Barracas Foto Camila Godoy
Lucas fue baleado por efectivos de una brigada de la Policía de la Ciudad cuando iba en un auto con tres amigos por Barracas / Foto: Camila Godoy

«Te vine a ver», fueron las palabras que Héctor «Peca» González expresó con un hilo de voz y entre lágrimas al visitar por primera la tumba de su hijo Lucas, el futbolista de Barracas Central asesinado de un balazo policial hace casi un año en ese barrio porteño, cuando salió de entrenar del club con tres amigos.

A días de cumplirse el primer aniversario del crimen, el jueves 17 de noviembre próximo, Héctor González (38) y Cintia López (36), padres de Lucas, junto al menor de sus hijos, Tiziano (9), visitaron el Cementerio Parque Iraola, de la localidad bonaerense de Hudson, en el marco de una recorrida que realizaron con Télam por ese y otros sitios para recordarlo y homenajearlo.

«Recuerdo que está cerca de un árbol», fue lo primero que dijo el papá de Lucas al entrar al predio y tratar de localizar la tumba que vio por última y única vez el día en el que fueron inhumados los restos de su hijo.

Con esa única referencia, y luego de unos minutos de caminar hasta un árbol que da un poco de sombra, la familia encontró la placa en la que se lee «Lucas Santiago González 22-5-2004 18-11-2021».

Héctor tomó la iniciativa: se acercó, se arrodilló, sacudió la tierra que había sobre el nombre Lucas en una placa y dejó caer sus primeras lágrimas. Unos metros atrás, su esposa y el más chico de sus hijos – Valentina, de 15 años, no fue- lo miraban conmovidos y esperaban para acercarse a colocar unas flores blancas junto a la lápida

«Te vine a ver», dijo el hombre quebrado por la tristeza.

Te vine a ver dijo el pap de Lucas quebrado por la tristeza Foto Camila Godoy
«Te vine a ver», dijo el papá de Lucas, quebrado por la tristeza / Foto: Camila Godoy

Tuvo que pasar un año para que «Peca» pudiera regresar al lugar donde descansan los restos del mayor de sus hijos, baleado por efectivos de una brigada de la Policía de la Ciudad cuando iba en un auto con tres amigos por Barracas, luego de entrenar en el club local para el que jugaba.

A diferencia de «Peca», Cintia, mamá de Lucas, ya había visitado el cementerio el pasado 22 de mayo, cuando Lucas hubiera cumplido 18 años.

Héctor, en cambio, reconoció que no se había animado a volver desde el día en que lo inhumaron: «Ver su nombre es muy duro. No lo traje al mundo para tenerlo acá. Lo cuidé tanto…Le enseñamos los valores, el respeto, cómo tiene que manejarse en la vida. Sin embargo…hizo todo bien…», dijo antes de volver a quebrarse en llanto.

Unos minutos después, hizo una promesa: mandar a hacer una placa con los escudos de Defensa y Justicia, club del que es hincha su familia, y de Barracas Central -«el último amor de Lucas», dijo-, junto a una pelota de fútbol, como símbolo de la pasión que lo unía a su hijo.

Héctor aseguró que recién volverá al cementerio una vez que se conozcan las condenas para los 14 policías de la Ciudad acusados en la causa, tres de ellos por disparar y matar a Lucas, y los restantes por encubrir el hecho e intentar hacerlo pasar como un tiroteo con delincuentes.

«Voy a venir a agradecerle y a decirle que puede descansar en paz», expresó.

Otro de los sitios que la familia eligi visitar para este primer aniversario fue el Paseo de la Memoria ubicado sobre el Cruce Varela Foto Camila Godoy
Otro de los sitios que la familia eligió visitar para este primer aniversario fue el Paseo de la Memoria, ubicado sobre el Cruce Varela / Foto: Camila Godoy

Sobre la visita al cementerio, el hombre dijo que era un pendiente: «Quería venir, traer un mate y decirle lo mucho que lo extrañamos. Se extraña porque era el primogénito, el más grande, el que nos enseñó a ser padres», dijo «Peca» conmovido.

Ya más distendidos y sentados en el césped, los papás de Lucas contaron a Télam que su hijo era un apasionado del fútbol como Héctor, quien jugó en primera división.

Luego, el papá recordó los consejos que solía darle: «Le dije que se cuidara, que disfrutara de lo que hacía. No era la hora, no era el momento, nadie se imaginaba semejante cosa y la manera en que se nos fue. Él era muy sano», dijo en referencia al modo en que fue asesinado.

También contó que luego de mucho tiempo de querer soñar con su hijo, tiempo atrás sucedió y pudo despertarse con una sonrisa.

«Yo no lo soñaba y le decía a Cintia ´Lucas estará enojado conmigo´ y lloraba, hasta que un día soñé que estaba enfrente mío, lo abracé y le tocaba los brazos, las manos…era un sueño real. Él me abrazaba, pero no me hablaba. Lo vi bien, entero. Lo abracé y le puse mi cabeza en su pecho. Ahí me desperté contento»Héctor «Peca» González

«Yo no lo soñaba y le decía a Cintia ´Lucas estará enojado conmigo´ y lloraba, hasta que un día soñé que estaba enfrente mío, lo abracé y le tocaba los brazos, las manos…era un sueño real. Él me abrazaba, pero no me hablaba. Lo vi bien, entero. Lo abracé y le puse mi cabeza en su pecho. Ahí me desperté contento», dijo emocionado.

Antes de finalizar la visita, la familia tuvo un momento de soledad frente a la tumba para despedirse.

La recorrida con Télam había comenzado poco antes en el barrio San Alberto, de Florencio Varela, donde vive la familia y donde tras el crimen se realizó un mural con el rostro del adolescente y una imagen suya jugando al fútbol, pintada con los colores de Defensa y Justicia.

En el barrio San Alberto de Florencio Varela donde vive la familia tras el crimen se realiz un mural con el rostro del adolescente y una imagen suya jugando al ftbol pintada con los colores de Defensa y Justicia Foto Camila Godoy
En el barrio San Alberto, de Florencio Varela, donde vive la familia, tras el crimen se realizó un mural con el rostro del adolescente y una imagen suya jugando al fútbol, pintada con los colores de Defensa y Justicia / Foto: Camila Godoy

En el mismo lugar, pero sobre otra de las paredes, se pueden leer cientos de mensajes escritos por vecinos y amigos de Lucas y de la familia, en los que lo recuerdan y manifiestan apoyo a sus seres queridos.

«Vivía jugando al fútbol dentro de casa, no paraba nunca. Con su hermano una vez nos rompieron un televisor. Con los hermanos se la pasaban jugando, grabando videos con el celular…extrañamos mucho eso», recordaron entre risas sus padres en ese tramo de la entrevista.

Otro de los sitios que la familia eligió visitar para este primer aniversario fue el Paseo de la Memoria, ubicado sobre el Cruce Varela, en el límite de las localidades de Berazategui y Florencio Varela, un lugar de esparcimiento al que Lucas solía ir.

«Él siempre estaba acá. Venía mucho. Era su lugar cuando podía disfrutar con sus amigos, venían tomaban una gaseosa o mate. Venía con los amigos, con compañeros del colegio», recordaron Cintia y Héctor mientras caminaban por lugar.

Desde allí Héctor señaló el club San Pedro, donde Lucas dio sus primeros pasos como futbolista y donde se lo recuerda con una pintura en su homenaje en la fachada del ingreso.

El asesinato de Lucas

Tenía 17 años, como sus amigos, cuando a la salida de un entrenamiento, un día de semana como cualquiera y en pleno barrio de Barracas recibió un balazo en la cabeza disparado por uno de los policías de la Ciudad sin identificar que los interceptaron cuando salieron del club local en el auto de uno de ellos y pararon a comprar una gaseosas.

Los chicos pensaron que querían asaltarlos y aceleraron, y los policías dispararon sin dudar. Luego se valieron de complicidades para intentar montar la escena de un inexistente tiroteo con supuestos delincuentes, pero salió a la luz que se había tratado de un caso de violencia institucional, que ya fue elevado a juicio oral con 14 efectivos acusados por distintos delitos, tres de ellos por el homicidio.

Designaron tribunal para juzgar a los 14 policías, pero no hay fecha

El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 25 fue designado para llevar a cabo el juicio a los 14 policías de la Ciudad acusados por el crimen de Lucas González, el adolescente de 17 años asesinado de un balazo en el barrio de Barracas en noviembre de 2021, aunque aún no fijó la fecha de inicio del debate que, se estima, será recién en el segundo semestre de 2023, informaron este sábado fuentes judiciales.

Los integrantes del TOC 25 son Marcelo Bartumeu, Ana Dieta y Hugo Navarro, quienes estarán a cargo de juzgar a los tres policías acusados del homicidio de Lucas y de la tentativa de homicidio de tres amigos que estaban con él, y de los 11 efectivos imputados por encubrir el hecho para hacerlo pasar como un enfrentamiento con delincuentes,

Gregorio Dalbon, abogado de la familia González y de sus tres amigos también adolescentes, dijo a Télam que espera la fecha del juicio y que también cree que será en 2023.

Los principales imputados son el inspector Gabriel Alejandro Issasi (42), el oficial mayor Fabián Andrés López (48) y el oficial Juan José Nieva (37), todos ellos entonces integrantes de la División Brigadas y Sumarios de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad y actualmente detenidos.

A los tres se les adjudica ser coautores de los delitos de «homicidio agravado por haber sido cometido con alevosía, por placer, por odio racial, por el concurso premeditado de dos o más personas y por cometerse abusando de su función o cargo por un miembro de una fuerza policial».

Además, fueron acusados de «tres tentativas de homicidio agravado por las mismas causales; falsedad ideológica y privación ilegal de la libertad agravada por abuso funcional y sin previsión de la ley» respecto de los amigos de Lucas.

De los otros 11 imputados, los que ostentaban mayor jerarquía eran el comisario inspector del Departamento Comunal Vecinal 4 Daniel Alberto Santana (43); el comisario de la Comuna Vecinal 4A, Rodolfo Alejandro Ozán (54); el comisario de la Comisaría Vecinal 4D, Fabián Alberto Du Santos (52); y el comisario de la Comuna 4D, Ramón Jesús Chocobar (48).

Además, están acusados el comisario Juan Horacio Romero (51) y el subcomisario Roberto Orlando Inca (47), ambos de la División Sumarios y Brigadas de la Comuna 4; el principal de la Comuna 4D, Héctor Claudio Cuevas (50); y los oficiales de la Comisaría Vecinal 4D Sebastián Jorge Baidón (28), Jonathan Alexis Martínez (35), Ángel Darío Arévalos (34) y Daniel Rubén Espinosa (33).

Todos son considerados coautores de los delitos de «falsedad ideológica, privación ilegal de la libertad agravada por abuso funcional y sin previsión de la ley, encubrimiento agravado por la condición de funcionarios públicos y por ser el delito precedente especialmente grave e imposición de torturas».

Cueva e Inca también fueron acusados por «falso testimonio agravado por haber sido cometido en una causa penal y en perjuicio de los imputados».

El crimen de Lucas ocurrió la mañana del 17 de noviembre de 2021, cuando el joven futbolista y tres amigos salieron de un entrenamiento en el club de fútbol Barracas Central y se subieron al Volkswagen Suran del padre de uno de ellos, para volver al barrio San Eduardo, de la localidad bonaerense de Florencio Varela, donde vivían.

Tras detenerse en un kiosco a comprar algo para tomar, comenzaron a ser perseguidos por un Nissan Tiida sin identificación policial, en el que circulaban Issasi, Nieva y López, de la Brigada 6 de la Comisaría Vecinal 4D, quienes realizaban tareas de campo en la intersección de las avenidas Iriarte y Vélez Sarsfield, en el marco de una investigación de una fiscalía del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad de Buenos Aires.

De acuerdo con la investigación, los efectivos policiales informaron al servicio de comunicaciones policiales que perseguían un automóvil con «cuatro masculinos con apariencia menores, jóvenes», refirieron «que estaban armados» y les cruzaron el Nissan Tiida para detenerlos.

Como el automóvil de la brigada no tenía ninguna identificación ni los policías vestían chalecos ni uniformes policiales, los chicos pensaron que podían ser ladrones y quisieron escapar, momento en que los efectivos dispararon contra el Volkswagen Suran.

El vehículo siguió hasta Perdriel y Alvarado, donde uno de los amigos pidió ayuda a dos oficiales, pero fue detenido por ellas.

En el automóvil permanecieron el conductor y Lucas, quien recibió dos disparos, uno de ellos en la cabeza, que le produjo su muerte al día siguiente en el Hospital El Cruce, de Florencio Varela.

También se halló un arma que luego se supo había sido «plantada» por los policías para jacer creer que los chicos eran delincuentes y justificar así los disparos.

Cuando el fiscal de instrucción Leonel Gómez Barbella pidió el juicio oral para los 14 policías, sostuvo en su requerimiento que «el homicidio de Lucas González y la tentativa a los tres restantes jóvenes son la consecuencia voluntaria y querida (dolosa) de un plan o pacto previamente elaborado y en el que Issasi, Nieva y López, participaron de manera activa».

El Ministerio Público señaló que esos acusados «pusieron en movimiento la estructura institucional de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires otorgando datos falsos, a sabiendas de lo que realmente había acontecido» y concluyeron que «jamás hubo ‘un enfrentamiento armado’, sino más bien un ataque perpetrado por los oficiales a las víctimas, irracional e injustificado, para lo cual emplearon sus armas a fin de cercenarles sus vidas».

Respecto a los 11 efectivos acusados de encubrimiento, indicó que «estuvieron participando del procedimiento, cumpliendo distintas tareas y roles en pos de un fin último, esto es, alterar las pruebas en beneficio de los consortes de causa».

Foto Camila Godoy
Foto: Camila Godoy

Familiares y amigos se manifestarán a un año del crimen

Familiares y amigos de Lucas González realizarán el próximo jueves, al cumplirse un año del crimen, un acto frente al Palacio de Tribunales para pedir justicia y que se designe una fecha de inicio de juicio oral para los 14 policías de la Ciudad acusados del homicidio y posterior encubrimiento.

La concentración está prevista para las 19 del próximo jueves 17 frente a la sede judicial ubicada en Talcahuano 550, entre Lavalle y Tucumán.

Los principales oradores del acto serán los padres de Lucas, Héctor «Peca» González y Cintia López, mientras que también tomarán la palabra los tres amigos que estaban con la víctima cuando la mataron, quienes también fueron perseguidos y sometidos a torturas por parte de los policías.

Los padres de Lucas pidieron especialmente a los asistentes que lleven una vela o una bandera argentina, pero sin consignas políticas.

«Si quieren pueden ir con un cartel de Lucas o si son familiares de víctimas llevar las fotos de sus ángeles, pero no queremos politizar la concentración. Vengan con una velita o con una bandera argentina», dijeron.

Gracias a la venta de rifas y a la colaboración de sus allegados, la familia González pudo costear hasta el momento seis micros que trasladarán a vecinos y amigos desde Florencio Varela a la ciudad de Buenos Aires para participar de la concentración.

«Consideramos que hoy somos la voz del pueblo y de las personas que sufrieron la misma pérdida y no podemos ser egoístas. Queremos que nuestro hijo tenga justicia. Yo no tengo más que palabras de agradecimiento para toda la gente que nos hizo llegar el cariño, el sentimiento y el apoyo incondicional durante todo este año», sostuvo Héctor en dialogo con Télam.

Agregó que «vamos a tener una condena ejemplar para los que nos ocasionaron tanto dolor. Espero que paguen con la ley por lo que causaron y que se cumpla. Ahí nosotros vamos a poder vivir tranquilos y decir que esta lucha fue dura pero que tuvieron su condena. Hay una condena de Dios, pero también una de la justicia», expresó González.

«El momento más duro del año fue el día que perdimos a Lucas. Va a ser el más duro toda mi vida, me lo voy a llevar a la tumba, no va haber otro día más terrible. No dice en ningún lado cómo afrontar el hecho de perder a un hijo, no voy a tener otro dolor más fuerte que su pérdida», agregó.

Respecto a ese día, Héctor y Cintia recordaron que estaban mirando la televisión y en las noticias escucharon que cuatro delincuentes se habían enfrentado con policías en Barracas, por lo que no prestaron más atención y continuaron haciendo sus tareas diarias.

«Yo le comenté a que ahí a unas cuadras entrenaba Lucas. Le empecé a mandar mensajes y no me respondía, por lo que algo me alarmó, pero seguí haciéndole la comida para cuando llegara de entrenar. Ese día nunca llegó», sostuvo Cintia con la voz entrecortada.

En tanto, Héctor recordó que estaba esperando un traslado de la ART por una lesión que había sufrido cuando llegaron dos amigos suyos y le dieron la noticia.

«No sabían cómo decírmelo hasta que me dicen ´vamos que le pasó algo a Lucas, tuvo un accidente, le pegaron un tiro´. Ahí me agarré la cabeza, se me vino la noticia que había visto en la televisión y salí corriendo a llamar a Cintia, fue un grito desolador el que le hice. Bajó de casa y salimos corriendo para el hospital. Fue el viaje más largo de mi vida», recordó «Peca», quien agregó que nunca recibió un llamado ni del Hospital Penna, donde fue trasladado su hijo, ni de la Policía de la Ciudad.

Con la realización del juicio, que aún no tiene fecha de inicio, el hombre aseguró que espera «tener un poco de paz» para aliviar su corazón, el de su esposa y de sus otros hijos, Valentina, de 15 años y Tiziano, de 9.

«No vamos a ser felices nunca más, pero tenemos que seguir criando a nuestros hijos hasta que Dios decida sobre nosotros a la hora de volver a reencontrarnos con Lucas. Yo lo único que quiero es volverlo a ver y darle un abrazo, sé que así será. Estoy orgulloso de ser el padre de Lucas González», concluyó.

Fuente: https://www.telam.com.ar/notas/202211/610698-asesinato-lucas-gonzalez-primer-aniversario.html