EL ATAQUE DE RUSIA A UCRANIA: 50 DÍAS CLAVE DE LA CRISIS  | CRONOLOGÍA DE LOS HECHOS QUE PRECEDIERON AL INICIO DE LAS OPERACIONES MILITARES


Desde el «Euromaidán», la serie de manifestaciones europeístas y ultranacionalistas en Ucrania que derrocaron al presidente prorruso electo Viktor Yanukovic en 2014, las tensiones separatistas en el sudeste de la exrepública soviética explotaron y los temores de una eventual intervención rusa fueron creciendo. La posterior anexión rusa de la Península de Crimea, la persistencia del conflicto en las provincias separatistas de Donetsk y Lugansk y la tajante negativa de Moscú a que Ucrania integre la OTAN no hicieron más que elevar la tensión hasta concluir en los dolorosos acontecimientos de este jueves. A continuación se desarrollan los hitos del conflicto durante este año, 55 días en los que la crisis escaló a gran velocidad para derivar en una «operación militar especial» rusa sobre territorio ucraniano.
11 y 12 de enero: rusos y estadounidenses deciden apostar a la vía diplomática y empiezan una primera ronda de negociaciones en Ginebra. Durante el Consejo de la OTAN en Bruselas se ponen de manifiesto las diferencias irreconciliables entre la alianza atlántica y Moscú. Las reuniones, destinadas a coordinar una desescalada del conflicto, terminan en un punto muerto.
14 de enero:  las autoridades ucranianas culpan a Rusia de un ciberataque masivo que afecta a los principales sitios web del gobierno. Mientras tanto, Washington acusa al Kremlin de llevar a cabo «un ataque de falsa bandera» en Ucrania para crear un «pretexto» para una invasión.

18 de enero: Rusia inicia maniobras en Bielorrusia mientras el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, viaja a Europa e inicia nueva ronda de contactos diplomáticos que busca bajarle el tono a la crisis. Estados Unidos advierte que Rusia podría lanzar un ataque contra Ucrania en «cualquier momento» y afirma que la crisis ucraniana es extremadamente peligrosa.
20 de enero: Washington da luz verde a tres aliados de la OTAN (Estonia, Lituania y Letonia) para que envíen a Ucrania misiles antiblindaje y otras armas de fabricación estadounidense. Moscú, por su parte, responde anunciando ejercicios navales masivos en enero y febrero en el Atlántico, el Ártico, el Pacífico y el Mediterráneo.
21 de enero: el canciller ruso Serguei Lavrov y su par Antony Blinken se encuentran en Ginebra y logran ganar algo de tiempo. Lavrov asegura que Moscú no va a atacar Ucrania, y anuncia que Estados Unidos le ha prometido responder por escrito a sus demandas de seguridad. Blinken ofrece diálogo pero advierte que cualquier invasión «será respondida».

23 de enero: Washington anuncia la repatriación de las familias de sus diplomáticos en Ucrania ante el riesgo de que Rusia invada ese país, una decisión seguida por otros países como Reino Unido. El gobierno ucraniano considera «prematura» y «excesiva» la decisión estadounidense, mientras que Rusia la califica de «rara y poco inteligente».
24 de enero: Estados Unidos admite que podría enviar militares a Europa del este y los países bálticos, mientras la OTAN refuerza su flanco oriental y el Kremlin denuncia la «histeria» de Occidente. El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, insiste en su apuesta por la diplomacia. Subraya que «no hay motivos para el alarmismo» y asegura que hay suficientes reservas de gas natural y carbón en el país.

 25 de enero: el Alto Representante de la Unión Europea para Política Exteriores, Josep Borrell, sostiene que Europa y su seguridad «están en peligro» y remarca que la región vive «el momento más peligroso desde la Guerra Fría». 
26 de enero: Estados Unidos y la OTAN entregan a Rusia sus propuestas por escrito. En el documento de Washington se describen áreas en las que el gobierno de Joe Biden ve potencial para progresar en la negociación con Moscú, como en transparencia, estabilidad y control de armas. La alianza atlántica rechaza el pedido ruso de limitar su expansión, e indica que está preparada para desplegar sus fuerzas de respuesta inmediata.
29 de enero: el presidente Joe Biden señala que Estados Unidos planea desplegar tropas en el este de Europa y países de la OTAN «a corto plazo», días después de que el Pentágono asegurara que tiene a 8.500 soldados en «alerta máxima». El canciller Lavrov dice que Moscú no quiere guerras, mientras que el presidente Zelenski dice que Ucrania no está metido en un conflicto bélico y «no necesita vivir este pánico».

2 de febrero: el primer ministro británico, Boris Johnson, visita Kiev y amenaza con sanciones en cuanto «la primera bota rusa» pise Ucrania.

3 de febrero: Estados Unidos denuncia que el mandatario ruso Vladimir Putin quiere justificar la guerra en Ucrania con un falso video de una matanza de rusos en Kiev. Moscú no responde a las acusaciones, y la supuesta grabación nunca sale a la luz.
4 de febrero: el presidente chino Xi Jinping y su par ruso Vladimir Putin firman en Beijing una declaración en la que instan a que Occidente «abandone los enfoques ideologizados de la Guerra Fría» y piden a la OTAN que descarte la expansión en Europa del Este.

7 de febrero: Estados Unidos envía tropas de refuerzo a Polonia para «tranquilizar a los aliados de Europa centro-oriental». Ucrania insiste en que la posibilidad de resolver las crecientes tensiones con Rusia a través de la diplomacia sigue siendo mayor que la de un ataque.
8 de febrero: el presidente francés, Emmanuel Macron, se reúne con su par Vladimir Putin en Moscú, le pide que no vaya a la guerra y asegura, tras su encuentro, que el líder ruso le ha garantizado que «no habrá escalada». Horas después, Putin lo humilla y niega haber prometido nada. 

9 de febrero: Joe Biden dice que «las cosas podrían desquiciarse rápidamente» mientras el Departamento de Estado de Estados Unidos aconseja a los estadounidenses en Ucrania que se vayan inmediatamente. Otros países también instan a sus ciudadanos a marcharse.
10 de febrero: los ejércitos de Rusia y Bielorrusia empiezan a realizar maniobras militares que se extenderán durante 10 días. Durante la misma jornada las fuerzas armadas de Ucrania llevan adelante ejercicios militares que continuarán durante todo el mes de febrero.

11 de febrero: la OTAN insiste en el «riesgo real de un nuevo conflicto armado» en Europa. Para el Kremlin, las discusiones celebradas entre Rusia, Ucrania, Alemania y Francia el día anterior en Berlín no arrojaron «ningún resultado». Para Estados Unidos un ataque de Rusia a Ucrania puede suceder en cualquier momento, aunque desde la Casa Blanca dicen no saber si Putin ya tomó la decisión de hacerlo.
12 de febrero: Ucrania afirma que las advertencias de Estados Unidos acerca de una invasión rusa «atizan el pánico». Moscú, que emprende nuevas maniobras navales en el mar Negro, anuncia que reducirá su personal diplomático en Kiev. Putin tilda de «especulación provocadora» las acusaciones contra Rusia, durante una llamada telefónica con Macron, quien reitera que los países occidentales están «decididos a reaccionar» en caso de una agresión. 
14 de febrero: el presidente Zelenski convoca a los ucranianos a ondear banderas y cantar el himno nacional al unísono el 16 de febrero, fecha en la que algunos medios occidentales, en sintonía con Washington, dicen que Rusia podría invadir el país.
15 de febrero: Rusia dice que algunas de sus tropas están volviendo a la base después de los ejercicios cerca de Ucrania y se burla de las advertencias occidentales sobre una inminente invasión. La Duma le pide a Putin que reconozca como independientes a Donetsk y Lugansk, dos regiones separatistas respaldadas por Rusia en el este de Ucrania. Frente a los temores ante una posible invasión de Ucrania, el canciller alemán Olaf Scholz llama a Rusia a aprovechar las «ofertas de diálogo».
16 de febrero: Ucrania celebra su «Día de la Unidad» con actos encabezados por el presidente Zelenski y la bandera nacional flameando en pueblos y ciudades de todo el país. Estados Unidos había marcado en rojo el 16 de febrero como la fecha de la invasión rusa.
17 de febrero: Ucrania y los separatistas prorrusos se acusan mutuamente de bombardear la línea del frente en el Donbass. En el este de Ucrania, un jardín de infantes es bombardeado y siete personas resultan heridas. Biden insiste con que Rusia planea invadir a Ucrania «en los próximos días», mientras que Moscú vuelve a rechazar esa acusación y expulsa al número dos de la embajada estadounidense en respuesta a la exclusión previa de uno de sus diplomáticos.
21 de febrero: los líderes de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk solicitan al presidente Vladimir Putin que reconozca sus independencias. Después de una reunión del Consejo de Seguridad ruso para estudiar estas solicitudes, Putin da un discurso televisado de una hora en el que reconoce la independencia de las autoproclamadas repúblicas y da instrucciones para desplegar al ejército ruso en esos territorios rebeldes de Ucrania. Estados Unidos, la ONU y la Unión Europea (UE) condenan la decisión, y la UE amenaza con aplicar nuevas sanciones a Rusia.
22 de febrero: la UE acuerda por «unanimidad» un primer paquete de sanciones a Rusia y no descarta ampliarlas en caso de que las «agresiones» por parte del gobierno ruso continúen. Por su parte, Estados Unidos emite una orden que prohíbe nuevas inversiones, comercio y financiación a las regiones de Donetsk y Lugansk. Alemania anuncia que paralizará la certificación del gasoducto Nord Stream 2 y pocas horas después Biden confirma que sancionará a la empresa encargada de operar el proyecto.
23 de febrero: Ucrania declara el estado de emergencia y autoriza a sus ciudadanos a portar armas. La cancillería local pide todos los ciudadanos de esa nacionalidad que salgan «inmediatamente» de Rusia y horas después sufre un ciberataque. El Pentágono vuelve a alertar sobre la posibilidad de un ataque «inminente» y advierte que Rusia ya tiene desplegados en la frontera con Ucrania a más de 200 mil soldados. 
24 de febrero: Putin anuncia una «operación militar» en Ucrania y poco después empiezan los bombardeos en gran parte del país, incluida la capital. Zelenski activa la ley marcial en todo el país, rompe las relaciones diplomáticas con Rusia y llama al ejército ucraniano a causar «el mayor número posible de bajas» a Moscú. Según Ucrania, los soldados rusos toman el control de la central nuclear de Chernobyl, escenario del desastre atómico en 1986. Miles de personas abandonan Kiev y se observan atascos en las carreteras rumbo al oeste del país, mientras las vecinas Moldavia y Hungría reportan la llegada de una gran cantidad de refugiados. Biden anuncia que «limitará la capacidad de Rusia para hacer negocios en dólares, libras y yenes».

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/403805-el-ataque-de-rusia-a-ucrania-50-dias-clave-de-la-crisis