Rodolfo García sufrió un ACV en la noche del miércoles. El baterista de Almendra, Aquelarre y Los Amigo, de 74 años, fue diagnosticado con muerte cerebral.
La figura de Rodolfo García ha sido una constante en la historia del rock argentino desde que fue parte de Almendra. El baterista fue el responsable de acercar a Los Larkins, la banda que lideraba, a un músico cuatro años menor que el resto: Luis Alberto Spinetta. El Flaco ya era parte de Los Sbirros, en la que tocaban Edelmiro Molinari y Emilio Del Guercio. Cuando se produjo la fusión entre ambos grupos, comenzó un capítulo crucial -aunque efímero- de la historia del rock argentino. Además de tocar la batería, García hacía coros y cantó «Campos verdes», un clásico del cuarteto.
«Almendra tuvo una vida muy corta», recordó García en Página/12. «Fue más tiempo la previa, los ensayos antes del debut, que el grupo en sí mismo. La alquimia fue muy fuerte. Éramos locos enamorados de lo que estábamos haciendo. Nos preguntábamos: ‘¿A alguien le gustará esto?’. Pensá que, por ejemplo, un tema empezaba ‘figúrate que pierdes la cabeza’. No nos importaba mucho. Cuando todos tocaban en los bailes de los clubes, nosotros decíamos que teníamos que tocar en un teatro. El manager nos quería matar: nadie hacía teatros, ni Sandro, ni La Joven Guardia. El primer concierto fue en el Di Tella, el segundo quince días después en el Globo. A pérdida. No éramos soberbios, pero estábamos convencidos al menos de lo que no queríamos».
Almendra se disolvió después de publicar dos álbumes y Rodolfo García integró por un tiempo Nebbia’s Band, uno de los proyectos de Litto Nebbia después de Los Gatos. En paralelo, se reencontró con Emilio Del Guercio en la formación de Aquelarre, que completaron Hugo González Neira y Héctor Starc. Con ese grupo grabó cuatro discos, fundamentales para los amantes del rock sinfónico, antes de separarse en 1975.
Fuente: OmRadio.ar.com.ar