
Sara Mesa, la escritora espaola autora de “Cuatro por cuatro”, “Cicatriz” y “Un incendio invisible”.
La decisin de una mujer de instalarse en una pequea comunidad rural para dejar atrs una historia incmoda es el puntapi disparador de “Un amor”, la perturbadora y ltima novela de la escritora espaola Sara Mesa, donde configura una trama de apariencias, conflictos y obsesiones en la que las complicidades selladas en el silencio, as como la naturalizacin de la violencia y el poder, imprimen en la protagonista una atmsfera de asfixiante opresin.
Nat, la joven traductora de esta novela, acaba de mudarse a un lugar llamado La Escapa, donde alquila una casa de campo en estado deplorable: grifos que pierden, ventanas que no cierran, tierras infrtiles incapaces de hacer crecer un yuyo. El casero es un hombre que desde su primera aparicin impone una reticencia, una perversidad monstruosa que a la protagonista perturba hasta en los sueos. Por qu se queda Nat en ese lugar? La narradora advierte: “Si tuviera que explicar por qu est all, le costara encontrar una respuesta convincente”.
La Escapa, ese pequeo lugar imaginario de anclaje rural que construye Mesa en esta novela publicada por Anagrama, puede leerse como un juego de palabras en dos direcciones: por un lado, el lugar al que escapa Nat para dejar atrs o reparar algo del pasado, por el otro la dificultad que supone salir de all por la presin que ejerce la comunidad sobre los sujetos. La tensin entre esos dos polos estructura el tono de la obra, narrada desde la mirada de Nat, sus miedos, sus formas evadir los pensamientos que la atormentan y las emociones que va sintiendo a medida que arma vnculos con desconocidos.
La protagonista de Sara Mesa -la escritora espaola autora de “Cuatro por cuatro”, “Cicatriz” y “Un incendio invisible”- establecer relaciones con personajes como Pter, un hippie artista del vidrio, y hasta con un perro con el que hace esfuerzos desmesurados para tener un vnculo. As, la novela elabora una trama perturbadora que cruza deseo, sexo, romance, inercia, abuso, profundo temor y revela los pactos de silencio implcitos, esas cosas que se dejan pasar para no romper el status quo.
-Tlam: La novela tiene un ttulo que sugiere un elemento, el amor, pero sin embargo no se trata de una novela de amor, o al menos tal como se conceptualiza desde su sentido ordinario. Aparece ya la distancia, como una suerte de engao, algo similar a lo que subyace en la trama cmo se impuso?
-Sara Mesa: El ttulo lo tuve clarsimo desde el principio. Es complicado explicar el motivo. En parte es una especie de provocacin, porque de acuerdo a los cnones del amor romntico, lo que ocurre dentro de la novela es de todo menos amor. Sin embargo, estas cosas ocurren, no? Hay una obsesin, un descoloque vital, un aprendizaje y un conjunto de necesidades brutales. Hay sexo. Hay curiosidad y confrontacin con los prejuicios.
-T: Es un libro en el que hay que cuidarse de no “spoilear”. Esa advertencia entra en sintona con el registro del misterio, lo perturbador del texto cmo trabajaste ese tono y el desarrollo?
-S.M: Esto fue lo que me cost ms trabajo, porque todo lo que ocurre ha de saberse en el momento justo, no antes, y esto precisa una complicada maquinaria interior que no debe notarse, porque mi objetivo era que el libro fluyera. Hay que tener en cuenta que la focalizacin narrativa est en la protagonista, vemos todo a travs de sus ojos, asistimos a las mismas sorpresas y vivimos los mismos descubrimientos que ella. Esto es lo que potencia quiz la sensacin de misterio.
-T: Y esa sensacin tan viva expone con claridad aquello de la literatura como una experiencia qu tipo de experiencias buscas generar en el lector o lectora?
-S.M: Me interesa que experimente sensaciones similares a las de la protagonista, que se meta en su pellejo. No hablo de esto que est ahora tan de moda de la empata (mucha gente juzga los libros segn si los personajes se les parecen o no), sino de algo ms profundo, la posibilidad de asistir a una historia desde los ojos de otro, de una forma vicaria. As que no busco tanto un significado final (“ah, el libro quera decir esto”), como una experiencia.
-T: Esta novela trabaja sobre el peso asfixiante de lo social sobre lo individual cmo exploraste esta tensin sin caer en una romantizacin del pueblo ni tampoco en una estigmatizacin?
-S.M: Aqu la eleccin del escenario va supeditada al retrato de la pequea comunidad, que no tiene por qu ser un pueblo, puede ser una familia, un lugar de trabajo, una escuela, un internado… Siempre me ha atrado explorar este tipo de pequeas comunidades de las que es difcil escapar, as como las perversiones en las que a menudo incurren. Una de ellas, por ejemplo, es la ruptura de los lmites de la privacidad, su invasin. O el sealamiento pblico del extrao.
-T: Hay un fuerte componente onrico en la novela: las pesadillas que despiertan a Nat, ese mensaje cifrado que no hace ms que asustarla cmo intervinieron los sueos en la escritura?
-S.M: El componente onrico es fundamental, aunque de un modo sutil. La casa, por ejemplo, con todas sus goteras y grietas, esa casa que por ms que se arregle siempre da problemas, que la protagonista nunca termina de hacer suya, es una representacin simblica de ella misma.
En los sueos, las casas somos nosotros, nuestros cuerpos. La invasin de la casa es entonces una especie de violacin que el casero ejerce al irrumpir en ella sin permiso. Pero tambin hay otra serie de invasiones. Creo que otros elementos de la novela como el perro, el monte o la vbora hocicuda tambin estn cargados de onirismo.”
Sara Mesa
-T: En Nat todo el tiempo est ese esfuerzo por dejarse llevar por pensamientos que le generan temor, lo que vemos es que aunque intentemos correr esos ruidos mentales, no hay forma de escapar de la propia cabeza no?
-S.M: Me gusta esa nocin de “ruido mental”. Es cierto que el pensamiento excesivo o el anlisis pormenorizado del entorno puede ser aplastante, pero ms aplastante es a veces la acusacin que se hace a determinadas personas, y en concreto a muchas mujeres, de “pensar demasiado” o “ser malpensadas”. Muchas cosas importantes ocurren bajo la superficie de lo visible. Que no se vean no significa que no ocurran.
-T: Desde la figura siniestra del casero, la figura de Pter como un mansplaining hasta el perro, sobre la protagonista hay una constelacin de masculinidades que ejercen sobre ella una dominacin, un podero, an con las distancias que impone cada personaje. Hay un intento por revelar esa opresin?
-S.M: S, pero hay tambin otra serie de variables que definen el poder y que se entrecruzan, no est solo el asunto del gnero. Vemos, por ejemplo, a un hombre bueno, como Joaqun, y a una mujer perversa, como la vecina embarazada. Y a la misma protagonista la vemos sospechar de otra mujer, la chica de la tienda, simplemente por el hecho de ser ms joven. As que las lneas de accin, las jerarquas de poder, son complicadas. Ahora, ante la pregunta hay machismo en la historia? habra que contestar con un rotundo s, pero porque es imposible que no lo haya, es imposible imaginar la misma historia con los gneros cambiados: un inquilino, una casera. Salvo, como me dijo una lectora muy inteligente, que se introdujera otra variable como la migracin, no?
-T: Y en lnea con lo anterior: la problemtica del abuso ronda pero parece ir ms all de Nat esos miedos se presentan como un arquetipo de las mujeres en un sistema patriarcal?
-S.M: Aqu es evidente que todos esos miedos de Nat, esa sensacin que presagia la tormenta antes de que estalle es muy femenina. La tendencia a la sumisin tambin, para evitar peligros mayores. Por ejemplo, aunque ella nota que el casero se sobrepasa en su papel es incapaz de enfrentarse a l porque teme despertar su ira y que la cosa vaya a peor. Lo nico que quiere, entonces, es que se marche cuanto antes, aunque eso signifique prolongar el problema. Me llaman la atencin algunas reacciones de lectores, y tambin lectoras, que dicen “pero ella es tonta, por qu no se rebela?, qu pasiva!”, porque creo que se debe ms bien a un deseo sobre lo que debera ser que a un reflejo de lo que es. Yo en cambio me identifico con estas actitudes de Nat y s que muchsimas mujeres han pasado por otras similares.
Fuente: https://www.telam.com.ar/notas/202103/546815-sara-mesa-un-amor.html