Om Radio Ultimas Noticias Silvio Waisbord: “Nunca hubo tanta polarización en los Estados Unidos” – Télam

Silvio Waisbord: “Nunca hubo tanta polarización en los Estados Unidos” – Télam

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Waisbord es sociólogo y profesor de la Universidad George Washi­ngton.

Waisbord es sociólogo y profesor de la Universidad George Washi­ngton.

Joe Biden asumirá la presidencia de los Estados Unidos el próximo 20 de enero. O al menos eso es lo que se espera, dado que el presidente Donald Trump insiste en que dará batalla hasta el final en lo que ya son las elecciones presidenciales más controvertidas en la historia de ese país.

“En la calle la gente te dice que las elecciones fueron limpias o todo lo contrario, depende de si hablás con un votante demócrata o con uno republicano”, explica a Télam desde Washington el sociólogo Silvio Waisbord, al dar cuenta del clima de incertidumbre que dejó un resultado formalmente incierto.

El debate sobre la transparencia de la elección da cuenta de un proceso más profundo: el quiebre que vive la sociedad norteamericana. “Acá nunca hubo tanta exacerbación de las identidades políticas, de leer la realidad en clave de tu identidad política”, asegura Waisbord, quien vive en los Estados Unidos desde hace más de tres décadas y es profesor de Periodismo y Comunicación Política en la Universidad George Washington.

El especialista percibe un quiebre en la sociedad norteamericana que genera polarización.

El especialista percibe un quiebre en la sociedad norteamericana que genera polarización.

El 8 de diciembre las autoridades electorales de los 50 estados de la Unión deberán entregar los resultados finales en cada uno de ellos, de los que surgirán los verdaderos electores. Es decir, los miembros del Colegio Electoral que el 14 de diciembre elegirán efectivamente al nuevo presidente. Los números que se conocen hasta ahora solo son proyecciones de los medios.

“Acá no hay una comisión electoral que establezca el ganador de una elección. Es la Associated Press la que determina quién gana. Es algo bastante ridículo, vinculado a un federalismo exacerbado”, destaca Waisbord, autor del recién aparecido “El imperio de la utopía. Mitos y verdades de la sociedad estadounidense” (Editorial Planeta).

Télam – Si bien no hay un resultado confirmado todo indica que Joe Biden será el próximo presidente de los Estados Unidos ¿Qué puede decirse del resultado electoral?

Silvio Waisbord – Es el éxito que tuvo la campaña de Biden de dar vuelta estados clave que votaron a favor de Trump hace cuatro años, como Pensilvania, Michigan y Wisconsin, también por una diferencia mínima. Recordemos que Trump en 2016 ganó los tres estados por una diferencia de 70.000 votos, un número ínfimo. Creo que el resultado en general es un repudio a Trump. No es un apoyo a políticas específicas de Biden sino el rechazo a lo que sucedió en los últimos años.

T.- ¿Qué se escucha en la calle respecto a lo controversia sobre el resultado, a la disputa por el triunfo, a las acusaciones de fraude?

S.W.- Está todo tan polarizado que depende de con quién hables. Los demócratas están convencidos de que las elecciones fueron limpias y los republicanos creen lo opuesto. Esto es nuevo porque acá nunca hubo tanta exacerbación de las identidades políticas, de leer la realidad en clave de tu identidad política.

T. -En “El imperio de la utopía” usted plantea una serie de mitos sobre los que se construyen los Estados Unidos, el invididualismo, la filosofía de la irracionalidad, el optimismo, etc  ¿Qué fue Trump en términos de esos mitos y qué es Biden?

S.W.- Trump reivindica la idea mítica de un Estados Unidos pasado pero sin especificar de qué se trata. Es un guiño a un país menos multiculturalista y diverso de lo que es hoy en día. Biden creo que aspira a una vuelta al “sueño americano”. Una de sus palabras preferidas es “posibilidades”. La mencionó en el discurso del sábado pasado y también durante la campaña. El concepto de que Estados Unidos es un país abierto a que cada uno se desarrolle según sus habilidades. Un mensaje más esperanzador que el  de Trump, más vinculado al de un país en caos. Representan variantes de los que son las tendencias aquí, una más optimista y esperanzadora y la otra la de un país mucho más enojado.

T.- ¿Lo sorprendió la posición del ex presidente George Bush, quien hizo público su reconocimiento al triunfo de Biden, cuando él mismo ganó la elección del año 2000 cuando logró que la Corte frenara el recuento en Florida?

S.W.- Bush representa un establishment político que hoy no tiene el poder que supo tener, basado en el consenso sobre ciertos temas entre demócratas y republicanos. Que esto ya no exista es lo que precisamente posibilitó el fenómeno Trump. Esa gente durante el gobierno de Trump no estuvo en el Departamento de Estado ni en la Secretaria de Comercio ni en ningún otro lugar clave. Esta es una de las grandes novedades de la política norteamericana de los últimos 30 años. El Tea Party se cargó a gran parte de ese establishment y Trump fue la culminación de ese proceso.

T- ¿Eso le da a Trump cierto carácter disruptivo?

S.W.- Trump representa la disrupción y la agudiza. Criticó abiertamente a héroes militares, a héroes republicanos. A veces en términos retóricos y otras en la acción. Le faltó el respeto al Ejército, al Pentágono, a la CIA, al FBI. Es difícil encontrar a alguien del establishment que se haya tomado tantas libertades con las vacas sagradas del establishment político y económico norteamericano. En ese sentido fue disruptivo. Su base social es muy diferente a la base social clásica del conservadurismo.

Kamala Harris y el aporte de su biografía y su caudal simbòlico.

Kamala Harris y el aporte de su biografía y su caudal simbòlico.

T.- ¿Por qué?

S.W.- Porque es mucho más desconfiada de las instituciones y de las elites políticas, tiene un profundo desprecio también por las elites económicas y culturales. No se siente representada por estas. Trump le dio vigor a un conservadurismo populista que no fue el que eligió a Bush o el que estaba detrás de la candidatura de McCain en 2008 (candidato republicando en la primera elección de Obama).

T.- ¿Es este un espacio político que llegó para quedarse, más allá de Trump?

S-W.- Yo creo que sí, porque obedece a un fenómeno de largo alcance cuyas tendencias continúan, como la profunda desconfianza hacia todo lo que tiene que ver con Washington, incluido el “establishment médico”. Una profunda desconfianza en los medios, en las universidades, en Hollywood, en Wall Street, en las grandes corporaciones. Una desconfianza contra todo lo que tenga que ver con ese mundo, que desde el trumpismo encarna además ciertas corrientes del odio, como el racismo, la xenofobia y la misoginia.

T.- Lo que ocurrió en la última semana, las acusaciones de fraude y la incertidumbre respecto al resultado de la elección, sumado a un sistema de elección que le puede negar el triunfo a quien obtiene la mayor cantidad de votos, ¿debilita a Estados Unidos como modelo de democracia?

S.W.- El mito como modelo de la democracia se lo atribuyó Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial. Mirándolo de cerca es un sistema con muchos puntos ciegos. Acá no hay una comisión electoral que determine el ganador de una elección. Es la (agencia de noticias) Associated Press la que determina quién gana una elección. Es algo bastante ridículo, vinculado a un federalismo exacerbado donde no es el gobierno federal el que da ese veredicto. Además, está el tema del Colegio Electoral, que si bien tiene que ver con la legitimidad política de la Unión lo cierto es que de las últimas ocho elecciones, siete fueron ganadas por el partido que no obtuvo la mayor cantidad de votos.

T.- ¡Por lo menos tres de las cadenas de televisión más importantes sacaron del aire al Presidente mientras denunciaba fraude ¿Qué rol juegan los medios de comunicación en ese modelo de democracia?

S.W.- Durante cuatro años el periodismo no supo qué hacer con Trump. No estaba preparado para la manipulación y la desinformación constante. Hacer algo diferente hubiera ido contra los principios de periodismo profesional, las dos campanas, el lugar neutral del periodismo, etc. Trataron de aferrarse a eso. Pero poco a poco se dieron cuenta de que así no le iban a ganar, que Trump sabía que más allá de que se chequee la información él podía decir lo que quisiera. La decisión de sacarlo del aire creo que tuvo que ver con el hartazgo y con saber que había perdido. Si ellos supieran que ganaba no creo que hubieran tomado la decisión de sacarle la cámara.

T.- ¿Cómo imagina la relación de Estados Unidos con América Latina y con la Argentina en particular con Biden en la Casa Blanca?

S.W.- En las relaciones internacionales hay un consenso bastante amplio entre demócratas y republicanos, no hay cambios muy marcados entre una administración y otra, y esto se aplica también a América Latina. Creo que lo que la administración Biden puede llegar a impulsar son temas de desarrollo económico y negociación de la deuda. Respecto a Venezuela no creo que haya algo muy diferente a lo que Obama quiso hacer, sanciones y presiones, un juego de pinzas. En cuanto a la inmigración quizás intenten hacer algo más racional, pero tampoco Obama tuvo una política muy diferente en este punto. Después está el tablero más general, cómo se restablece el sistema de alianzas y negociación frente a China en lo económico y a Rusia en lo geopolítico, fundamentalmente en Europa.

T.- Kamala Harris se convertirá en la primera mujer en ser vicepresidenta de los Estados Unidos, con el agregado de ser negra y de descendencia indio-jamaicano, además de ser una luchadora por los derechos de las minorías ¿Cómo puede influir este perfil en la orientación del gobierno?

S.W.- Uno puede pensar que va a trabajar muy cerca del Departamento de Justicia, que es un lugar clave en torno a los derechos civiles y desde donde van a intentar fortalecer ciertas leyes contra la discriminación. Pero el desafío y la expectativa que genera una biografía muy inspiradora es mucho más que eso. Queda pendiente ver qué tipo de vicepresidencia va a ser esta. Por lo general el vicepresidente no tiene un rol destacado salvo en temas muy particulares negociados con la presidencia. Y esa es una incógnita, qué protagonismo querrá Biden que tenga.

T.- En términos de expectativas, ¿hay semejanzas entre Harris y Obama?

S.W.- Ambos tienen una trayectoria diferente a gran parte de los políticos afroamericanos tradicionales. No provienen de militancia en los movimientos de derechos civiles, son parte de una generación más reciente, y son hijos de padres inmigrantes. Pero arriban por vías diferente. Ella llega por de ser fiscal en California, aunque recibió bastantes críticas desde la izquierda. En cualquier caso, su biografía y su poder simbólico es importante por lo que representa.  


Fuente: https://www.telam.com.ar/notas/202011/534117-silvio-waisbord-elecciones-polarizacion-eeuu.html

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