En las últimas horas empezó a circular en redes sociales una foto que llamó la atención de muchos: un elefante paseando tranquilo por la vereda de un hotel céntrico, como si estuviera esperando que le sirvan un cafecito. Obviamente, la escena es tan insólita que invita a la duda… y con razón: la imagen es falsa, creada con inteligencia artificial.

Lo curioso no es la foto en sí, sino lo rápido que puede viralizarse algo así cuando la gente lo comparte sin verificar. En tiempos de IA, donde cualquiera puede generar imágenes, audios o videos hiperrealistas, el riesgo de tragarse un fake está a la orden del día. Y no se trata solo de un “elefante en la ciudad”: también pueden inventar declaraciones políticas, supuestas noticias policiales o hasta estafas muy convincentes.
El problema aparece cuando confiamos ciegamente en cualquier captura, publicación o video sin preguntarnos de dónde salió. Cada vez es más importante mirar dos veces antes de compartir: chequear si la noticia aparece en medios confiables, si la fuente es real y, sobre todo, si tiene sentido lo que estamos viendo.
La inteligencia artificial abre posibilidades increíbles, pero también trae un nuevo desafío: entrenar nuestro ojo crítico. Porque si no aprendemos a dudar, un día no va a ser un elefante en la vereda… sino algo mucho más grave que nos hagan creer.
ℹ️ La imagen del Velociraptor la hicimos nosotros, ya que nadie, salvo Susana Giménez, podría creer que es real.
