DON OSVALDO HIZO VIBRAR ALL BOYS EN UNA NOCHE DE ROCK, EMOCIÓN Y MEMORIA

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Ayer por la noche, la banda Don Osvaldo, liderada por Patricio “Pato” Fontanet, colmó el estadio de All Boys con un espectáculo que reafirmó su vigencia en el rock barrial argentino. Más que un concierto, fue un reencuentro con los fans, con la historia y con la fuerte carga emocional que acompaña cada presentación.

Desde temprano, la zona alrededor del estadio se tiñó de camisetas negras, banderas y cánticos. La expectativa era palpable: muchos llegaban desde distintos puntos del Gran Buenos Aires y otros viajaron desde más lejos con la convicción de que Don Osvaldo no ofrece simplemente música, sino verdaderos rituales de comunidad. El público fue diverso, entre quienes vieron a Callejeros en su apogeo y quienes se acercan por primera vez al universo de Fontanet.

El grupo no escatimó en energía: arrancaron con fuerza, combinando canciones del presente con clásicos imperecederos. Hubo un repaso sustancial del repertorio de Callejeros, gesto que los fans reconocen como fundamental, mezclado con temas nuevos que ratifican la identidad propia de Don Osvaldo. Fontanet se mostró con la voz firme, visceral, con esos quiebres emocionales que ya son marca registrada. El público respondió con coros unísonos, saltos, silencios respetuosos en los pasajes más íntimos y aplausos que estallaban como liberación. Entre los temas más festejados estuvieron “9 de julio”, “Una nueva noche fría” e “Ilusión”, junto con “Mis latidos” y “Rotos y desconocidos”.

Uno de los momentos más sentidos de la noche fue el homenaje a las víctimas de Cromañón. La emoción se hizo palpable tanto en el público como en el escenario, donde la memoria se impuso sin necesidad de grandes discursos. La puesta en escena acompañó con una iluminación que reforzó los climas de cada canción y pantallas que acercaron aún más a la banda con los presentes, sin desviar la atención de lo esencial: la música y la emoción compartida.

El show dejó en claro que Don Osvaldo no vive únicamente del pasado. Si bien los clásicos siguen siendo la columna vertebral de sus presentaciones, los temas recientes muestran que la banda tiene mucho más para decir. Lo de anoche fue una celebración del rock barrial en su máxima expresión: memoria, comunidad y catarsis colectiva.

Cobertura de @emaphotoshoot

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