Un equipo internacional liderado por la arqueóloga y arquitecta francesa Isabelle Hairy logró recuperar 22 bloques monumentales que pertenecieron al legendario Faro de Alejandría, considerado una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo. Las piezas fueron halladas en el fondo del puerto oriental de la ciudad egipcia, donde permanecieron sumergidas durante siglos.

Los bloques, algunos de los cuales pesan entre 70 y 80 toneladas, incluyen partes clave de la estructura original: dinteles, jambas, umbrales y la base de lo que habría sido la puerta principal del faro. Entre los hallazgos también se destaca un pórtico ceremonial con estilo egipcio y técnica helenística, cuya existencia no se conocía hasta ahora.
Estas piezas se suman a más de un centenar de elementos que ya habían sido escaneados bajo el agua en años anteriores. Ahora serán procesados mediante fotogrametría de alta precisión y formarán parte de un modelo digital que permitirá reconstruir el monumento de manera virtual. El proyecto, conocido como PHAROS, apunta a crear un “gemelo digital” del faro, con el objetivo de estudiar su diseño, funcionamiento y eventual colapso.
El Faro de Alejandría fue construido en el siglo III antes de Cristo bajo el reinado de Ptolomeo II. Con una altura superior a los 100 metros, sirvió como guía para navegantes durante más de mil años, hasta que fue destruido por una serie de terremotos en el siglo XIV. Durante siglos, sus restos permanecieron en el fondo del mar o fueron reutilizados para otras construcciones, como la Fortaleza de Qaitbay, erigida en el mismo sitio.
El rescate actual no solo tiene un enorme valor histórico y arqueológico, sino que también permitirá a las futuras generaciones experimentar de forma virtual uno de los íconos más extraordinarios de la antigüedad. Próximamente, el proceso será retratado en un documental producido por una cadena de televisión francesa.