Lula Da Silva expresó su distancia con Javier Milei desde el primer momento de la Cumbre del G20 en Río de Janeiro.
El presidente argentino llegó al Museo de Arte Moderno después de Joe Biden y por eso la diferencia en el trato fue aún más visible. Lula se abrazó con el presidente de Estados Unidos, intercambiaron unas palabras y posaron para la foto estrechando sus manos, una gestualidad que tuvo con todos sus pares, a excepción del jefe de estado argentino.
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Milei, en cambio, que llegó al acceso de la cumbre acompañado por su hermana Karina, fue recibido con un saludo de manos distante y con una expresión ofuscada en el rostro del mandatario brasilero.
En la foto no se tocaron ni sonrieron y tampoco hablaron tras el flash.Un encuentro inicial que refleja el estado actual de la relación bilateral, ya que Milei se opone a casi todo lo que impulsa Lula: impuesto a los ricos, fin de la guerra en Ucrania, agenda de género y cruzada global contra la pobreza.
Milei, además, tiene excelente relación la familia Bolsonaro, adversarios de Lula en la política interna de Brasil y tiene en Argentina un centenar de bolsonaristas prófugos que fueron condenados por el intento de golpe del 6 de enero de 2023 y la justicia argentina ordenó el pasado viernes la detención de 61.
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En este sensible tema para el Palacio do Planalto, Milei está tironeado por Bolsonaro que pide la protección del gobierno argentino y el asilo político para todos ellos.
El presidente argentino no tiene contemplado un encuentro bilateral con Lula y, en cambio, conversará con el presidente chino Xi Jinping y con el primer ministro de la India, Narenda Modi.