La Arquidiócesis de Mendoza encendió las alarmas en el comienzo del invierno tras confirmar el fallecimiento de dos personas en situación de calle debido a hipotermia en los departamentos de Ciudad y San Martín. En un comunicado, la Comisión de Pastoral Social y de Calle responsabilizó al Estado por la falta de acciones eficaces para proteger a los más vulnerables.

Según datos preliminares, en la provincia hay alrededor de 700 personas sin hogar –alrededor del 30 % en la capital y el resto disperso en el Gran Mendoza y municipios más alejados–. Pese a que existen unos 260 refugios activos y 30 plazas disponibles, la iglesia señaló que estas medidas son insuficientes.
“Llegó el frío y se dieron pasos, pero algunas iniciativas no se desarrollaron adecuadamente. En los días previos al inicio del invierno ya hemos despedido a dos hermanos… Las campañas y colectas de frazadas y abrigo se vuelven infructuosas cuando camiones recolectores cargan las colchas y abrigos con los que nuestros hermanos pasan la noche”.
Con más de una década de trabajo solidario, la Iglesia reclama resultados concretos tras reuniones estivales con autoridades provinciales, municipales y judiciales que no se concretaron a tiempo para el invierno. Durante 2024, se logró montar un refugio con apoyo municipal, ONG y voluntarios; sin embargo, ese espacio no fue reactivado este año.
En su escrito, la Archidiócesis enfatizó que solo un plan interdisciplinario –incorporando abordajes en salud mental, adicciones, asistencia social y vivienda– puede ofrecer una solución sustentable. Hasta el momento, se brinda contención alimentaria, ropa, atención sanitaria e intervención en adicciones en puntos de Capital, Godoy Cruz, Las Heras, Guaymallén y San Martín.
Por su parte, el Gobierno de Mendoza indicó estar reforzando operativos de asistencia junto a municipios. Dieron cuenta de “más de 30 intervenciones” en el último mes, con derivaciones a albergues, subsidios de alquiler, atención sanitaria itinerante y cuidado de zonas de riesgo como cauces o desagües.
A través de un mensaje contundente, la Iglesia pidió una “revisión urgente” del abordaje por parte del Estado provincial y municipal: que los recursos se distribuyan con equidad y se promueva la dignidad y promoción humana de quienes viven en la calle. Además, invitó a retomar el diálogo y consolidar políticas integrales ante el agravamiento del frío.