Las copiosas lluvias caídas durante todo el viernes 16 de mayo generaron escenas de incomodidad y temor por parte de los porteños desprevenidos que no esperaban que fueran tan continuas.
El Servicio Meteorológico Nacional anunció que las lluvias continuarán al menos hasta la madrugada del sábado y se esperan entre 90 y 180 milímetros de agua en algunas regiones.
El fenómeno tiene altas probabilidades de incluir ráfagas de viento, caída de granizo y fuerte actividad eléctrica.
Al mismo tiempo hubo dificultades para circular en los barrios porteños de Mataderos y Caballito.
Desastre en la provincia de Buenos Aires: ya son más de mil los evacuados
Hay rutas cortadas y rige un alerta roja en varias zonas bonaerenses por el fuerte temporal.
El panorama en buena parte del territorio bonaerense es crítico. Mientras el cielo no da tregua y se esperan nuevas precipitaciones en las próximas horas, el Estado despliega operativos para contener a las personas afectadas. “Cuando hay alerta naranja y roja, se interrumpe la vida cotidiana”, advirtieron desde Defensa Civil.
Las lluvias intensas que cayeron con fuerza durante la jornada del viernes provocaron un verdadero caos en múltiples distritos del norte y centro de la provincia de Buenos Aires. La acumulación de agua superó los 150 milímetros en varias zonas, colapsando desagües, inundando viviendas y forzando a cientos de vecinos a abandonar sus hogares. Según los reportes oficiales difundidos por el gobierno provincial, ya son al menos 1.005 las personas que debieron ser evacuadas a raíz del temporal.
Las localidades más comprometidas por el avance del agua fueron Zárate, Campana, Arrecifes y áreas cercanas, donde además se vieron afectadas importantes vías de circulación, incluyendo los cortes totales sobre las rutas nacionales 8 y 9, así como en diversos accesos secundarios.
Desde Defensa Civil bonaerense, su titular Fabián García detalló que el número de evacuados continúa en aumento, especialmente en el Área Metropolitana y en puntos críticos del norte provincial. En diálogo con medios locales, García enfatizó la gravedad de la situación: “Cuando hay alerta naranja y roja, se interrumpe la vida cotidiana. Hay riesgo de daños personales y de vida, hay que quedarse en casa”, señaló, haciendo un llamado a la población para extremar precauciones y evitar traslados innecesarios.