Cada 17 de agosto, la Argentina recuerda a Don José de San Martín, considerado el Padre de la Patria y uno de los grandes libertadores de América. En esta fecha se conmemora su fallecimiento en 1850, en Boulogne-sur-Mer, Francia, donde pasó sus últimos años de vida.

San Martín no solo fue protagonista de la independencia argentina, sino también pieza clave en la emancipación de Chile y Perú, llevando adelante una gesta continental que lo convirtió en un símbolo de unidad, libertad y soberanía para toda América Latina.
Nacido en Yapeyú, Corrientes, en 1778, desde joven se formó como militar en España, pero eligió regresar a su tierra natal para poner sus conocimientos al servicio de la causa independentista. Su figura está ligada a momentos históricos fundamentales, como el Cruce de los Andes, una de las campañas militares más trascendentes de la historia universal.
A lo largo del tiempo, San Martín ha sido reconocido no solo por su capacidad estratégica, sino también por sus valores republicanos, su austeridad y su decisión de renunciar a cargos de poder en beneficio del bien común.
Hoy, a 175 años de su muerte, su legado sigue vigente en cada rincón del país. En escuelas, plazas y actos oficiales, se rinde homenaje a quien encarna el ideal de libertad y la construcción de una patria independiente.
El Día del Paso a la Inmortalidad del General San Martín no es solo una fecha de recordación histórica, sino también una oportunidad para reflexionar sobre los valores de unidad, coraje y compromiso con la libertad que guiaron al Libertador y que aún hoy iluminan el camino de los pueblos de América.