Una intervención artística en el Museo de Cera de Madrid ha generado controversia y debate público. El artista chileno Nicolás Miranda, conocido por sus obras satíricas y provocadoras, instaló figuras de cera en la sala del Despacho Oval del museo, creando una escena que parodiaba a líderes políticos internacionales.
En la instalación titulada “Child’s Play” (“Juego de niños”), Miranda representó al presidente estadounidense Donald Trump junto a su esposa Melania, con una figura de Netanyahu vestido como Chucky, el muñeco diabólico de la película homónima. Además, colocó una figura de Javier Milei como un perro faldero a los pies de Trump, con la inscripción “Conan” en sus patas.
La intervención fue realizada sin el consentimiento del museo y permaneció en exhibición durante aproximadamente 30 minutos. Miranda ingresó al museo acompañado por varias personas, ocultando las figuras en mochilas y bolsos, y las instaló en la sala del Despacho Oval. Tras la instalación, desmontó la intervención y se la llevó para evitar posibles problemas legales.
El Museo de Cera de Madrid emitió un comunicado en el que se desvinculó por completo de la intervención artística, aclarando que Miranda actuó “sin consentimiento ni coordinación” con las autoridades del lugar y que “no avala ni se hace responsable del contenido simbólico o político de la obra”.
Mientras algunos defienden la intervención como una expresión legítima de crítica política, otros consideran que se trató de una violación del espacio institucional y una falta de respeto hacia las figuras representadas.