Villarruel quiere sesionar y se arriesga a que el peronismo rechace el al DNU del canje de deuda
Victoria Villarruel evaluó este miércoles la apertura del recinto para el próximo jueves, con el objetivo de tratar en sesión convenios internacionales y dictámenes de la Comisión de Acuerdos, y se activaron las alarmas en Casa Rosada, que teme la llegada del aluvión opositor en Diputados hasta la Cámara Alta.
Fuentes parlamentarias dijeron a LPO que la Vicepresidenta atendió al reclamo de legisladores aliados, interesados en mostrar «activo» al Senado. «La búsqueda es hacer volver a los senadores y mostrar que se labura», reconocieron.
El rumor sobre la eventual convocatoria impactó en el interbloque peronista, liderado por José Mayans. En la conversación con sus colegas, el formoseño propuso llevar a la sesión el rechazo al DNU 846/24, que modifica las condiciones para el canje de deuda y cosechó críticas de casi todo el arco opositor.
El mismo decreto será objeto de discusión en Diputados este martes, junto al proyecto de modificación de la ley que reglamenta la vigencia de los DNU.
Ese efecto contagio preocupa fuertemente al oficialismo y, desde el entorno de Martín Menem, lanzaron un mensaje envenenado a los opositores y los gobernadores: «Nótese que ningún diputado identificado con los gobernadores firmó (el pedido de sesión). Tampoco el diputado Pichetto, jefe de bloque de EF», precisaron.
A través de un desesperado mensaje por WhatsApp, el despacho del riojano utilizó una lista de difusión de esa app para comunicar que «los gobernadores son conscientes de la importancia del decreto 846 para la estrategia financiera del gobierno». «Cada gobernador negocia qué obras (del total que prometió el gobierno anterior sin plata) se le asigna presupuesto», señalaron, y amenazaron: «esta convocatoria atenta contra las negociaciones del presupuesto que se estaban llevando a cabo».
La estrategia de Menem, que responde directamente a Karina Milei, parece cargada de una virulencia contra la oposición que Villarruel no cultiva.
De hecho, la Vicepresidenta recibió en su despacho, mano a mano y de a uno por vez, a los senadores radicales Eduardo Vischi y Mariana Juri, y al macrista Alfredo De Angeli. A los legisladores de la UCR les dio un retuit de la foto que postearon, mientras que el entrerriano publicó la foto con ella en Instagram sin tener la misma suerte.
En cualquier caso, Villarruel trata de romper el aislamiento en que quedó durante las últimas semanas, tal como informó LPO, acercándose a los referentes de las bancadas cercanas al oficialismo. Acaso haya detectado la necesidad de cuidar los puentes que Menem y los emisarios de Milei detonaron en Diputados.
Esa diplomacia irrita a Karina y Santiago Caputo y levanta las sospechas de que la Vicepresidenta tal vez no demore el avance de la ley que da por anulado un DNU con el rechazo de una sola de las dos cámaras del Congreso. La reglamentación vigente, fruto de una norma impulsada por Cristina Kirchner en 2005, exige la votación en contra de ambas cámaras para voltearlo.
Para la discusión en trámite, los plazos son exiguos: si el 12 aprueba Diputados, el expediente puede aprobarse en comisiones del a Cámara Alta la semana siguiente y llegaría a recinto para el 26 de noviembre. Para esa fecha, está prevista la visita de Guillermo Francos al Senado para brindar su informe como Jefe de Gabinete, atormentado otra vez por rumores de salida hacia una embajada.
Como sea, el vendaval opositor juega contra el tiempo. Con suerte, podría sancionarse bajo la habilitación de Villarruel ese tipo de leyes pero Milei podría vetarlas en los primeros días de diciembre, con el período parlamentario cerrado.
Durante el receso, pueden realizarse sesiones extraordinarias bajo convocatoria del Poder Ejecutivo, que controla el temario en ese lapso. En el Congreso, calculan que a lo sumo se podrían fijar sesiones extraordinarias en el Senado para sancionar el presupuesto, pero todavía impera la incertidumbre alrededor del interés de Javier Milei en contar con la ley de leyes.